Dos cambios tecnológicos recientes han mejorado la conciencia de la situación en el campo de batalla. El primero es haber llevado la potencia de los ordenadores al límite, lo que reduce el tiempo necesario para procesar los datos. El segundo es el aprovechamiento de la fusión de sensores, que permite la recopilación e integración de una cantidad mucho mayor de información. El resultado es que, en conjunto, estos cambios han permitido al combatiente responder con mayor rapidez a los acontecimientos en tiempo real y tomar decisiones mejor informadas. Con la tecnología de la nube y una arquitectura de memoria más rápida, se trata de reunir los detalles estratégicos y tácticos para una rápida comprensión.
La tecnología del siglo XX en un mundo del siglo XXI.
Las unidades puede que estén trabajando con tecnología de almacenamiento, redes y computación con 20 años de antigüedad, que debe procesar los datos en etapas para proporcionar información. Por ejemplo, una foto, un vídeo o un audio se envía a la nube o a la infraestructura del centro de datos. Allí los analistas procesan y revisan los datos, sintetizan los resultados y entonces, envían la información de vuelta al combatiente. Cuantos más datos se muevan y mayor sea la dependencia de factores externos, mayor será el retraso.
Un método mucho mejor para alcanzar el éxito es la actualización de la tecnología en el teatro de operaciones. Obtener los datos más recientes, analizarlos en tiempo real y más rápidamente que el adversario, proporcionará la ventaja. En el campo de batalla del siglo XXI, la inteligencia procesable estará disponible porque el poder computacional estará justo donde se obtienen los datos, y los combatientes podrán procesar, analizar y correlacionar la información a medida que se produce la obtención. El aprendizaje automático y la inteligencia artificial potencian esta capacidad de correlación y predicción.
Los militares deben ser expertos en la construcción de modelos que puedan desplegarse rápidamente, e incluir a científicos e ingenieros de datos, para trabajar juntos en la creación de un entorno, en el que se produzca una rápida innovación.
A medida que se conecten más sensores y se disponga de más datos, tendremos mayor calidad y fidelidad y podremos emplear diferentes tipos de Inteligencia Artificial (IA) para anticiparnos a los siguientes movimientos del adversario. La predicción y la prescripción son cambios en el juego que reducirán las bajas y lograrán los objetivos de la misión.
Fusión de sensores y fusión de datos
Actualmente, los datos de los sensores vienen en varios tipos, formatos y tamaños, como GPS, medios de baja o alta definición y metainformación de fecha y hora. Todo está siendo recogido y almacenado. Desafortunadamente, estos diversos formatos son a menudo difíciles de minar.
La fusión de datos de sensores de varios orígenes llenará los vacíos de los sensores individuales. Los metadatos mejorarán el análisis y el contexto de los datos y la combinación ofrecerá una visión y una inteligencia procesable, que de otro modo no sería posible. Las cámaras y sensores ubicados cerca de un dispositivo de computación de vanguardia mejoran el conocimiento de la situación porque la inferencia de datos puede tener lugar justo donde y cuando los combatientes lo necesiten.
Por ejemplo, una cosa es saber que una unidad enemiga está cerca, y otra saber dónde y cuándo se está moviendo esa unidad, qué armas tiene y qué se puede hacer para dominar el campo de batalla. Con el conocimiento de las unidades enemigas y su comportamiento, los combatientes tendrían una visión fiable de las amenazas más importantes e inmediatas.
Al reunir la potencia de los ordenadores y la tecnología de los sensores, los combatientes pueden procesar, analizar y colaborar para tomar decisiones en tiempo real y aprovechar la IA y los modelos de aprendizaje de la máquina.
Fte. Defense Systems