En respuesta a la creciente amenaza que presentan los aviones sin tripular, sean de tipo militar o comercial, el Ejército de EEUU ha desarrollado un prototipo de sistema antidrones, que tiene por objeto detectarlos, identificarlos y destruirlos.
El resultado ha sido el desarrollo de dos sistemas integrados móviles contra UAS, conocidos como CMIC, que ha enviado a Europa para experimentación.
El arma integrada con la misión antidrone es el Láser de Alta Energía Móvil (MEHEL), ya experimentado en unos ejercicios en abril, en Fort Sill en Oklahoma, durante el que docenas de pequeños helicópteros y aeronaves de control remoto fueron abatidos.
La tasa de éxito fue mucho mayor de la esperada, por lo que el siguiente paso será disparar más allá de la vista.
El Styrker básico pesa 16,5 toneladas aproximadamente, su velocidad máxima es de unas 60 millas por hora en carretera, su armamento básico una ametralladora de 12,70 mm. o un lanzagranadas automático Mk 19 de 40mm. El modelo que monta el MEHEL conserva la ametralladora, pero su arma principal pasa a ser un láser de cinco kilovatios.
El vehículo está dotado de cámaras para detectar, identificar objetivos, así como un equipo de guerra electrónica, con el que puede interferir a una aeronave no tripulada y bloquearla.
Pero el arma de energía dirigida es suficiente por sí misma para quemar a los drones comerciales.
Esta no es la primera vez que el Ejército ha experimentado el uso de láseres para derribar pequeños drones. Ya durante el ejercicio MFIX 2016, se empleó una versión anterior del MEHEL con un láser de dos kilovatios. Los participantes se refirieron a la nueva variante como MEHEL 2.0.
Estos CMICs se han considerado como «prototipos rápidos», aunque en realidad los dos vehículos CMIC que se han enviado para pruebas a Europa tardaron dos años en desarrollarse.
Fte.: The Drive
Sé el primero en comentar