Los gobiernos de Turquía y Reino Unido han llegado a un acuerdo para acelerar el trabajo en el proyecto de aviones de combate de nueva generación.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu, dijo a los medios de comunicación turcos, que los gobiernos acordaron acelerar su colaboración en el desarrollo de motores para los aviones de combate.
En 2017, el Gobierno del Reino Unido firmó un acuerdo de 100 millones de libras esterlinas con Turquía, para colaborar en el desarrollo de un avión de combate avanzado para la Fuerza Aérea turca. Como resultado, BAE Systems se asoció con Turkish Aerospace Industries (TAI) para construir el caza bimotor TF-X.
En mayo de ese año, el grupo turco Kale Group y el británico Rolls-Royce también acordaron formar una empresa conjunta (JV) para explorar oportunidades en el mercado turco de motores de avión. La empresa conjunta propuso una solución de motor de combate para el programa TF-X en 2018.
Sin embargo, Rolls-Royce insinuó en marzo que se retiraría de la carrera de motores de caza por diferencias con Kale Group. La empresa británica se opuso a una oferta para implicar a una empresa turco-katarí en el proyecto de motores.
Turquía está desarrollando localmente el avión de combate de quinta generación para sustituir a los aviones F-16 que actualmente están en servicio en su Fuerza Aérea.
La aeronave está siendo diseñada para ofrecer mejores capacidades de ataque y ocultación. Se prevé que el caza esté listo para su primer vuelo en 2023.
El intento de acelerar la colaboración se produce, después de que las continuas diferencias entre Turquía y Estados Unidos sobre la compra del sistema de misiles rusos S-400 se intensificaran aún más, cuando una comisión del Senado de Estados Unidos apoyó una legislación que pretende imponer sanciones a Turquía.
Las sanciones son la última iniciativa para penalizar a Turquía por el acuerdo del S-400 y las operaciones del país en Siria.
Fte. Air Force Technology