Turquía acaba de presentar su caza de última generación, el TF-X, así como un nuevo avión no tripulado furtivo y un avión supersónico de entrenamiento.
El mes pasado, Turquía presentó el TF-X, su primer avión de combate fabricado en Turquía. Se trata de un gran paso hacia el objetivo del país de ser autosuficiente en la industria de defensa.
El TF-X comenzó las pruebas de rodaje el 16 de marzo de 2023. Se suponía que iba a acompañar a la flota turca de cazas furtivos F-35, pero ese plan se desechó después de que Turquía comprara sistemas de misiles tierra-aire S-400 a Rusia.
El TF-X es un caza bimotor de tamaño intermedio entre el F-22 y el F-35 de Estados Unidos y muy parecido al primero. Su desarrollo ha sido accidentado, ya que no se realizaron alianzas con Rusia, Suecia, Corea del Sur, Reino Unido y Pakistán.
Al igual que el caza surcoreano KF-X, el TF-X no es un verdadero caza furtivo. Sin embargo, está prevista una configuración furtiva completa para el tercer bloque de producción.
A pesar de ello, se espera que el TF-X cumpla los estándares de rendimiento de los cazas modernos, incluida la velocidad máxima comprendida entre Mach 1,8 y Mach 2,2, techo de servicio de 55.000 pies (16.764 metros), autonomía de 700 millas (1.127 km) y capacidad de crucero supersónico sin el uso de postcombustión.
Turkish Aerospace Industries (TAI) afirma que alrededor del 85% del TF-X se compone de piezas fabricadas en Turquía. Los asientos eyectables Martin Baker y los dos motores turbofan GE F110-GE-129 que propulsan el avión son notables excepciones. TAI ha adquirido 10 F110 de EE.UU. para sus cuatro prototipos bimotores, a los que probablemente seguirán otros para la producción inicial.
El TF-X debería entrar en servicio en 2031 tras iniciar su producción en serie en 2029. Turquía prevé el ritmo de producción de 24 aviones al año y calcula que tardará más de una década en cumplir el pedido previsto de 250 aparatos.
Además del TF-X, Turquía presentó un nuevo avión teledirigido sigiloso, el Anka-3, y el avión supersónico de entrenamiento y ataque terrestre Hürjet. El Anka-3 es un dron de ala volante sin cola diseñado para reducir la sección transversal del radar y se espera que soporte 1,3 toneladas de armamento.
El Hürjet, por su parte, estará disponible en dos modelos: «Advanced Jet Trainer» y «Light Combat Aircraft». El primero podría sustituir a 68 reactores T-38M «Talon» de fabricación estadounidense. Al mismo tiempo, el segundo sería una plataforma más rentable para apoyo aéreo cercano o ataques contra militantes con defensas aéreas débiles.
Si el TF-X tuviera éxito, podría convertirse en un producto de exportación, con Pakistán y Azerbaiyán como posibles compradores. No obstante, el desarrollo del TF-X se ha vuelto aún más crítico para la modernización militar prevista de Turquía, ya que el país ha perdido con el tiempo el acceso a varios productos de defensa occidentales.