Tres naciones bálticas desarrollarán un vehículo autónomo en el seno de la PESCO

Mientras las naciones de la Unión Europea tratan de intensificar sus proyectos industriales de defensa, un trío de estados bálticos trata de hacer un gran avance en los sistemas terrestres no tripulados.

Estonia, Letonia y Finlandia presionan para que se desarrollen drones terrestres, en el marco de la Estructura Permanente de Cooperación de la UE, o PESCO, según anunciaron a primeros de agosto.

Para trabajar en el proyecto, se han reservado entre 30 y 40 millones de euros del Fondo Europeo de Defensa, además de que cada uno de los tres países aportará fondos adicionales. La fecha prevista para el inicio del proyecto es el primer semestre de 2019.

Lanzada a finales de 2017, la PESCO pretende contribuir al desarrollo de las industrias de defensa a escala europea. En su marco, los grupos de naciones pueden presentar a la UE sus propuestas de desarrollo, para garantizar la financiación inicial con cargo a los recursos comunes. Aunque todavía en sus primeras etapas, la PESCO es un tema de preocupación para Estados Unidos por el potencial de las acciones proteccionistas del mercado europeo de defensa que podrían excluir a las empresas estadounidenses.

Las naciones de la UE están buscando crear áreas de mercado que puedan beneficiar a sus bases industriales de defensa nacional, algo reconocido directamente por Kusti Salm, director del Departamento de Inversiones en Defensa del Ministerio de Defensa estonio.

«El mismo crecimiento considerable que vimos con los vehículos aéreos no tripulados (UAV) hace 10-15 años se puede esperar en un futuro cercano para las plataformas terrestres no tripuladas», dijo Salm en un comunicado. «La ambición del proyecto es, en cooperación con los socios, desarrollar una solución para los sistemas de tierra no tripulados, que se convirtiera en el estándar europeo.»

La lista de socios en ese proyecto podría crecer si Alemania, Francia y Bélgica se adhierieran; las tres naciones han expresado interés, dice la declaración.

El sistema que se está considerando parece estar diseñado como un compañero semiautónomo para los soldados sobre el terreno, lo que podría reducir la carga transportada y aumentar la velocidad de la toma de decisiones. Además de un vehículo real, el proyecto desarrollaría un sistema de control autónomo, una solución de defensa cibernética y una red integrada de sensores.

Antes del proyecto, Estonia había iniciado un proyecto de investigación y desarrollo, en cooperación con nueve socios industriales, para estudiar cómo aumentar el nivel táctico de las capacidades de combate de las unidades con sistemas no tripulados.

Aunque sin nombrarla, es probable que la empresa estonia Milrem participe en el proyecto. La compañía ha invertido varios años en la comercialización de su vehículo terrestre no tripulado THeMIS, que tiene capacidades en línea con lo que se mencionó en la declaración del gobierno.

Salm señaló que un «sistema fiable no está orientado exclusivamente a los vehículos. La verdadera innovación surge del sistema de control autónomo y de la integración con sensores y otras plataformas tripuladas y no tripuladas».

Fte. Defense News 

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