Rusia está dispuesta a vender a Turquía algunos de sus aviones de combate más avanzados, dijo el director ejecutivo de Rostec, Sergei Chemezov.
La posible venta se produce después de que Estados Unidos expulsara a su aliado de la OTAN del programa de aviones de combate F-35, en respuesta a la compra por parte de Ankara de los sistemas rusos de defensa aérea S-400.
La decisión de Estados Unidos fue la culminación de dos años de creciente tensión con Turquía, que inició la gestiones para comprar cuatro baterías S-400 en 2017. En varias ocasiones, Washington sugirió que Turquía podría enfrentar sanciones por la compra de equipos de defensa rusos.
En una declaración oficial de Rostec publicada el jueves, se citó a Chemezov, diciendo que Rusia está preparada para ayudar a Turquía a conseguir aviones de combate avanzados. Pero los jets que se ofrecen no son ni mucho menos un análogo del sigiloso F-35. Más bien, Chemezov está ofreciendo el Su-35, una versión muy mejorada del Su-27.
«Si nuestros colegas turcos expresan su deseo, estamos listos para trabajar en las entregas de los aviones de combate Su-35», dijo Chemezov.
El Su-35 es un avión de combate multipropósito pesado, que recientemente se ha convertido en un artículo de exportación muy popular. Una de las características destacadas del jet es su extrema maniobrabilidad. Hay varios videos en línea de Su-35 realizando la complicada e impresionante maniobra Cobra de Pugachev.
El avión debutó en combate en Siria a principios de 2016 para reforzar las escoltas de los cazas Su-24 y Su-34 rusos desplegados en este conflicto. Irónicamente, fue parte del mensaje enviado por Moscú a Ankara, después de que las defensas aéreas turcas derribaran un Su-24 ruso en noviembre de 2015.
El Su-35 no es un caza furtivo, como el Su-57 de desarrollo en Rusia, que lleva un retraso de varios años, y cuyas expectativas se han reducido varias veces. La Fuerza Aérea rusa se ha centrado en más adquisiciones del Su-35 y ha retrasado el Su-57.
Fte. Defense News
