Recientemente el gigante de la defensa/aeroespacial BAE Systems ha presentado una nueva y espectacular tecnología militar, su concepto ‘Ironclad’, uno de los diseños más sorprendentes que revolucionará las operaciones de combate en primera línea.
El Ironclad es el núcleo del concepto de campo de batalla de BAE: un vehículo terrestre autónomo de nueva generación, con el que, otros sistemas autónomos más pequeños, aéreos y terrestres, trabajarían para proporcionar un «escudo» de apoyo a su alrededor. Estos serían vehículos aéreos y terrestres no tripulados (UAVs/UGVs), armados con estaciones de armamento integradas. Inicialmente equipados con municiones balísticas estándar y contramedidas, se convertirían en armas láser con el tiempo, una vez que la tecnología energética dirigida avance.
Otra característica llamada «Amigo o enemigo» permitiría al escudo proteger al personal cercano contra los artefactos explosivos improvisados (IED) y otras amenazas a nivel del terreno.
BAE Systems hace hincapié en que su red autónoma del campo de batalla Ironclad ,no está pensada para sustituir a las personas en el teatro de operaciones, sino para reducir los riesgos a los que están expuestos. Los seres humanos seguirán siendo parte integrante de las operaciones en el campo de batalla, pero los sistemas no tripulados realizarían las tareas más peligrosas.
«Ya estamos tomando medidas para desarrollar los vehículos y sistemas necesarios para este concepto futuro», dice John Puddy, líder tecnológico de BAE Systems Land (Reino Unido). «Nuestro nuevo vehículo terrestre no tripulado, Ironclad, está siendo desarrollado para trabajar de forma autónoma como parte de una agrupación táctica y también estamos integrando vehículos aéreos no tripulados en las plataformas de vehículos actuales».
«Nadie puede estar completamente seguro de cómo será el futuro, pero sí sabemos que existe un paso relativamente corto, a partir de la tecnología disponible hoy en día, hasta tener una flota de vehículos autónomos, que compartan la conciencia de la situación y, en su caso, tomen ciertas decisiones de forma independiente. Los sistemas de protección activa de hoy en día, ya toman decisiones que requieren reacciones ultrarrápidas, como la activación de blindaje reactivo explosivo. El ritmo de desarrollo significa que estas reacciones deben ser más rápidas que nunca».
El Vehículo Terrestre No Tripulado Ironclad ha sido diseñado para funcionar como una plataforma de apoyo al personal. El alcance de funcionamiento, gracias a una batería de alta resistencia, alcanzaría los 50 kilómetros.
«El siguiente paso es que Ironclad actúe de forma autónoma, como parte de un grupo de combate, interactuando con otros vehículos y tropas de tierra para cumplir los objetivos de la misión», explica el futuro director de programas de BAE Systems Land, Craig Fennell. «Esto se está probando en vehículos existentes a medida que se desarrolla la tecnología, ya en un alto estado de preparación».
«Siempre habrá un ser humano al control, pero el uso creciente de la autonomía y de los vehículos no tripulados significa que pueden centrarse en decisiones clave y tener más opciones para evitar poner a las personas en situaciones peligrosas».
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