Desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de este año, los países aliados, principalmente los miembros de la OTAN, han entregado o prometido ayuda por valor de más de 30.000 millones de dólares, el 90% de ellos procedentes de Estados Unidos. La mayor parte son armas y municiones que Ucrania necesitaba inicialmente para detener la invasión rusa y, en los últimos tres meses, para mantener la ofensiva ucraniana. Además, los países de la OTAN en general han suministrado mucho más en apoyo de los refugiados ucranianos y para mantener operativas las infraestructuras y gobierno.
Los ucranianos han demostrado ser muy ingeniosos a la hora del empleo de las armas que reciben, y a estas alturas los donantes han aprendido que entregar rápidamente algo que los ucranianos solicitaron es mucho más útil que entregar algo posiblemente mejor meses después.
Las naciones de la OTAN se han adaptado. Por ejemplo, Estados Unidos y Holanda están compartiendo el coste de reacondicionar 90 tanques T-72B checos lo antes posible. En este caso, los empezará a recibir a finales de 2022. Los ucranianos han comprobado que lo principal que necesitan los tanques T-72 excedentes de la Guerra Fría es mejor protección y sistema de control de fuego actualizado. Ambos elementos están disponibles y son relativamente fáciles de instalar. Los ucranianos emplearon y construyeron T-72 durante décadas antes de independizarse en 1991, por lo que pueden emplear inmediatamente los actualizados.
Los ucranianos siguen queriendo los carros M1 estadounidenses pero, aunque EE.UU. tiene miles de modelos antiguos en reserva y listos para ser enviados, se necesitaría tiempo para entrenar a las tropas ucranianas en el manejo de estos sistemas que son bastante diferentes de los T-72, especialmente para formar a los técnicos de.
Algunos vehículos blindados son más fáciles de absorber en las operaciones militares. Tal es el caso de los 250 M1117 ASVs (Vehículos Blindados de Seguridad) que se están enviando y que fue uno de los primeros MRAP (Mine Resistant Ambush Protected) que se empleó en Irak hace más de una década. Se trata de un vehículo blindado 4×4 de 15 toneladas, construido para soportar el tipo de daño de combate que se encuentra en la mayoría de las situaciones de retaguardia.
Los ASV, a diferencia de los Hummer blindados, están construidos desde cero como un camión blindado. Miden seis metros de largo y 2,6 de ancho, lo que los hace un poco más grandes que los Hummer y es lo suficientemente pesado como para sobrevivir a la mayoría de las bombas de carretera y seguir adelante, además de que es a prueba de balas y de RPGs. La torreta es la misma que se utiliza en el LAV del Cuerpo de Marines de Estados Unidos.
Ucrania también está recibiendo algunos sistemas de defensa aérea HAWK, un misil antiaéreo diseñado en la década de 1950 que ha sido mejorado a lo largo de los años. Desde la década de 1960 se han producido más de 40.000 misiles Hawk, que han sido comprados por los casi 30 países en los que sigue en servicio. Dispara un misil de 590Kg., transportado en lanzadores de misiles. Tiene 50Km. de alcance y 15.000m. de altura, aunque ha sido mejorado desde que entró en servicio en 1959, algunos países lo han superado y Estados Unidos lo mantuvo en servicio hasta 2002. Desde que la Guerra Fría terminó en 1991, muchos equipos Hawk han sido retirados. El Hawk era puntero en la década de 1970, lo que significa que la tecnología necesaria para mantener operativas las baterías Hawk (cada una con seis lanzadores, cada uno con tres misiles) es hoy más fácil de conseguir o fabricar localmente. El radar de búsqueda (con alcance máximo de 100Km. guía a los misiles parte del camino antes de que el sistema propio de guía de los misiles tome el relevo para la aproximación final. Aunque HAWK no puede derribar misiles balísticos, es eficaz contra todo lo demás, incluidos los misiles de crucero y los helicópteros.
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