El sistema de defensa antiaérea más moderno de Rusia, el S-400, en su versión actual dispone de un radar de batería que puede detectar objetivos a 400 kilómetros de distancia y lanzar misiles S-400 contra objetivos situados a 75 kilómetros.
Desgraciadamente, la mayoría de los aviones de combate a reacción modernos llevan un arsenal de sistemas de defensa antiaérea para hacer frente a los misiles que se les disparan desde tierra o desde otras aeronaves. Además de los misiles disparados desde tierra, los aviones de combate también tienen que preocuparse por los disparados desde otros aviones de combate. Estos suelen ser más eficaces.
Al mismo tiempo, Rusia ha descubierto que sus misiles S-400 son más eficaces contra objetivos terrestres, que pueden alcanzar a distancias de hasta 350 kilómetros, por lo que ha desarrollado una versión denominada 48/6DM, eficaz contra objetivos aéreos, pero que también puede alcanzar con precisión objetivos terrestres situados a 230 kilómetros de distancia. La ojiva pesa 180 kg y contiene suficiente explosivo como para ser eficaz contra objetivos terrestres, que suelen ser las principales ciudades ucranianas. Estos lugares suelen estar defendidos por Patriot estadounidenses, que a menudo logran interceptar misiles rusos de defensa antiaérea empleados contra objetivos terrestres.
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