Expertos y dirigentes de todo el mundo siguen de cerca la situación mientras las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) se preparan para invadir la Franja de Gaza. Actores de toda la región, incluido Irán, han formulado condiciones en las que intervendrían en el conflicto.
Pero, ¿hasta qué punto es probable que Irán entre en acción? ¿Y cómo respondería Israel? Es uno de los secretos peor guardados del mundo que Israel posee armas nucleares, y la cuestión es si alguna vez se plantearía su uso.
Panorámica de la situación
El 7 de octubre, al amparo de cohetes y ataques con drones contra puestos de vigilancia, terroristas de Hamás cruzaron la frontera desde la Franja de Gaza hacia Israel empleando alas delta motorizadas, motocicletas, excavadoras y camiones. Una vez allí, se embarcaron en una campaña de violencia y depravación, matando de manera indiscriminada mujeres, niños y ancianos, y tomando múltiples rehenes. Israel respondió inmediatamente con ataques aéreos en Gaza, pero tardó dos días enteros en declarar la pacificación total del país. Las razones de la lentitud de la respuesta siguen siendo objeto de debate y, sin duda, serán tema de intenso escrutinio por parte de las FDI y los dirigentes israelíes.
En la semana siguiente al ataque inicial, las dos partes intercambiaron cohetes y ataques aéreos mientras Israel llamaba a 300.000 reservistas al servicio activo. La intención de la convocatoria era clara: una invasión terrestre de la Franja de Gaza para recuperar a los rehenes y acabar con Hamás. Actualmente, ambas partes parecen estar esperando su momento antes de la invasión aparentemente inevitable de las IDF. Muchos creían que la invasión iba a comenzar el viernes o el sábado, basándose en los plazos israelíes para la evacuación palestina y en algunos comentarios del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Algunos han especulado con que las IDF se están asegurando de poder defenderse de Hezbolá en el norte cuando comience su invasión, ya que este grupo ha amenazado con unirse a las hostilidades si Israel emprende una ofensiva terrestre.
Al igual que Hezbolá ha expuesto claramente las condiciones que motivarían su implicación, Irán ha formulado amenazas explícitas.
La línea roja de Irán
Tras el ataque sorpresa de Hamás, tanto Estados Unidos como Israel afirmaron no ver pruebas directas de la implicación iraní. Dadas las ambiciones de Irán y su historial de entregas de armas al grupo terrorista, esto parece muy poco probable. Es posible que las declaraciones se hayan hecho para tratar de evitar una escalada de tensión con la República Islámica. Parece que no ha funcionado. El 9 de octubre, un dirigente iraní advirtió de una «respuesta devastadora» si Israel atacaba Irán.
Los ataques israelíes a Irán no carecen de precedentes. En la última década, Israel ha sido acusado de llevar a cabo ataques con aviones no tripulados, ciberataques y asesinatos en Irán. Aunque nunca han llevado a cabo un ataque aéreo directo como el de 1981 en Irak, que destruyó un reactor nuclear, sí lo han hecho en numerosas ocasiones contra subsidiarios iraníes en Siria durante la guerra civil siria. Son estos proxies los que representan la mayor amenaza de Irán para Israel.
Proxies iraníes
En las últimas décadas, Irán ha cultivado su influencia en Oriente Medio financiando y dando poder a grupos islámicos militantes en toda la región. En Irak, Siria, Líbano, Yemen y la Franja de Gaza, Irán ha proporcionado ayuda a grupos como la Organización Badr, Hezbolá, Hamás y los Houthis. Estos grupos han llevado a cabo insurrecciones y rebeliones. Hezbolá ha ganado suficiente legitimidad para formar parte del Gobierno libanés.
Estos grupos tienen los medios y el poder para atacar a Israel, al tiempo que proporcionan a Irán la negación plausible suficiente para evitar represalias importantes.
Muchos de estos grupos han establecido sus propias líneas rojas, tejiendo una red de amenazas cada vez más compleja. En el caso más extremo, Hezbolá ha declarado su intención de atacar directamente a Israel si invade Gaza. Grupos de Irak y Siria han amenazado con atacar al personal y las instalaciones estadounidenses en la región si este país se involucra en el conflicto. El despliegue de dos portaaviones estadounidenses en la región aumenta la probabilidad de este desenlace, sobre todo porque parece que los buques están allí para disuadir a Hezbolá.
La situación sigue siendo increíblemente compleja y turbia. Cada grupo tiene intereses contrapuestos y una relación diferente con Irán, e Israel y Estados Unidos tendrá que equilibrar sus objetivos de seguridad con la capacidad percibida de cada grupo para cumplir sus amenazas.
La opción nuclear de Israel
Israel tiene una gran ventaja en estos juegos de riesgo: su arsenal nuclear.
Aunque Israel nunca ha confirmado oficialmente que tenga armas nucleares, se reconoce universalmente que es una potencia nuclear con aproximadamente 90 cabezas nucleares y suficiente plutonio para unas 100 más. Desde la década de 1960, estas armas han constituido un importante elemento disuasorio contra los adversarios de Israel, especialmente durante la Guerra del Yom Kippur de 1973.
Según la Doctrina Begin del Estado judío, el Gobierno israelí tiene la misión de eliminar todas sus amenazas existenciales. Obviamente, si Irán llegara a poseer armas de destrucción masiva, justificaría una respuesta de las IDF para acabar con esas capacidades.
Fte. 19fortyfive (Maya Carlin)
Maya Carlin, redactora jefe de 19FortyFive, es analista del Center for Security Policy y ex becaria Anna Sobol Levy en el IDC Herzliya de Israel. Ha colaborado en numerosas publicaciones, como The National Interest, Jerusalem Post y Times of Israel.