Nadie diría que la burocracia gubernamental y presupuestaria rusa sea particularmente ágil, ni que su industria de defensa sea particularmente avanzada. Ciertamente, sigue el rastro de las economías occidentales en áreas clave como los equipos de comunicación, la microelectrónica, los sistemas de control de alta tecnología y otras tecnologías clave. Pero en ciertos aspectos del campo de los sistemas militares no tripulados, Rusia puede estar por delante de su competencia en el diseño y prueba de una amplia variedad de sistemas y la conceptualización de su uso futuro.
En los últimos años, una alineación inusualmente estrecha de su liderazgo ejecutivo y el Ministerio de Defensa, sobre la importancia de los sistemas no tripulados ha racionalizado enormemente su financiación, desarrollo y despliegue. (El ministro de Defensa tiene una línea directa con el presidente, y las decisiones militares finales son a menudo tomadas por un círculo muy pequeño de individuos, un modo muy distinto al proceso presupuestario estadounidense). Asimismo, los gastos de defensa ruso permanecerán prácticamente inalterado en los próximos años, más o menos en un porcentaje constante, mientras otros ministerios del gobierno luchan por su participación en el presupuesto.
El rápido progreso de Rusia en sistemas no tripulados sugiere que, Estados Unidos y sus aliados, deben prepararse para la batalla contra enemigos, que pueden poner a las fuerzas estadounidenses en desventaja al inhibir sus capacidades operativas.
La vasta fuerza militar que Rusia heredó de la Unión Soviética era en general más antigua y menos avanzada tecnológicamente que el arsenal estadounidense, pero sí incluía un UAV ISR relativamente bueno: el Pchela/Shmel, que se ha utilizado en todos los conflictos importantes, desde las guerras chechenas de los años noventa hasta la actual campaña siria. En la década de 2000, Rusia compensó su falta de capacidad nacional de fabricación de vehículos aéreos no tripulados, importando UAVs de Forpost y Zastava de Israel.
Hoy en día, el trío de vehículos aéreos no tripulados Eleron, Orlan y Forpost son ampliamente utilizados por las fuerzas rusas, incluso en operaciones de combate nacionales y en el extranjero, junto con una creciente lista de otros modelos y plataformas.
Los UAVs de Rusia son generalmente más pequeños, sencillos y baratos que sus homólogos estadounidenses, lo que permite usarlos sin preocuparse mucho por las pérdidas.
Asimismo, Rusia ha aprovechado sus capacidades en la guerra electrónica; por ejemplo, un vehículo aéreo no tripulado de Orlan se incorporó a una plataforma Leer-3 EW y sorprendió a los observadores estadounidenses y occidentales con su eficacia en la manipulación de las comunicaciones celulares en un entorno disputado.
Fte. Defense One