El Clúster tecnológico Aeronáutico y Aeroespacial de Canarias (CAAC) ha dado a conocer lo que ha venido a denominar como una «revolución» en la exploración espacial. Se trata del despliegue efectuado por la NASA de su Sistema Avanzado de Vela Solar Compuesta (ACS3).
Este «innovador proyecto», lanzado en abril de 2024 a bordo de un cohete Electron de la empresa aeroespacial estadounidense Rocket Lab, ha desplegado una vela solar de 80 metros cuadrados, «marcando un hito en la tecnología de propulsión sin combustible», explican desde el CAAC.
La vela, fabricada con un material polimérico flexible reforzado con fibra de carbono, es un 75 % más ligera que las velas solares metálicas, lo que la hace más eficiente y resistente a la deformación térmica.
Un éxito que abre la puerta a futuras misiones de bajo coste
El ACS3, contenido en un CubeSat de 12 unidades del tamaño de un pequeño horno microondas, fue diseñado para demostrar la viabilidad de las velas solares en la exploración espacial. La misión principal era desplegar la vela utilizando un sistema de carrete que evita el atasco, manteniendo la vela tensa y operativa.
«El éxito del ACS3 no solo representa un avance en la tecnología de propulsión, sino que también abre la puerta a futuras misiones de bajo coste al espacio profundo», añaden desde el CAAC.
El despliegue de la vela solar del ACS3 se realizó «con éxito» en órbita terrestre baja, a unos 1.000 kilómetros de la superficie. Una vez en el espacio, el CubeSat abrió sus paneles solares y comenzó el despliegue de la vela utilizando cuatro brazos que se extendieron hasta alcanzar 7 metros de longitud.
En aproximadamente 25 minutos, la vela solar estaba completamente desplegada, con una forma cuadrada de 9 metros de lado, equivalente al tamaño de un pequeño apartamento.