El 17 de julio de 2023, el Presidente israelí Binyamin Netanyahu y su gobierno reconocieron oficialmente el Sáhara marroquí como territorio legítimo del Reino de Marruecos. Desde la normalización de las relaciones diplomáticas entre Rabat e Israel en diciembre (2020), el desarrollo constante y rápido de las relaciones mutuas ha sellado las interacciones contemporáneas.
Sin embargo, el reconocimiento del Sáhara marroquí por parte de Israel no es una contrapartida al reconocimiento del país de Israel por parte de Marruecos, no es una compra de Rabat y su apoyo a ella, y no es un servicio por una devolución.
El Estado de Israel sólo revela la realidad de la geografía que prueba el Sáhara marroquí, la verdad de la historia, que se promueve con testimonios de que es parte de la tierra marroquí, y los requisitos de la ley que dictaminó que es puramente territorial marroquí.
En materia de asuntos exteriores, el actual reconocimiento del Sáhara marroquí por parte de Israel y las relaciones diplomáticas entre Rabat y Tel Aviv demuestran que el Reino de Marruecos está gestionando el escenario regional de forma responsable y racional, ya que liberó el paso fronterizo de Guerguerat hace un año, y permitió subrayar que el caso no está relacionado con una grave violación de las resoluciones de la ONU, sino con un peligro para la paz y la seguridad internacionales en la región del norte de África, así como en el Sahel. Además, la maniobra de Marruecos permitió a la comunidad mundial tomar conciencia de la cuestión y de las fechorías practicadas por el Frente Polisario (Milicia), que ponen en peligro la estabilidad internacional y regional, así como los intereses nacionales marroquíes. Por lo tanto, la posición actual de Tel Aviv sobre la cuestión es favorable, y está en el centro de las constantes políticas de Tel Aviv, que se mantuvieron para subrayar la importancia y la gravedad del proyecto de autonomía.
La decisión de Netanyahu de reconocer la soberanía de Marruecos sobre las provincias del Sur [Sahara marroquí] supone un empujón sustancial en la Agenda política y jurídica. El gobierno de Netanyahu es hacedor de la historia reciente y actor clave de la misma en todas sus etapas, empezando por la geografía al contribuir a la liberación de los estados europeos, luego la reconstrucción, la economía, la política y la defensa.
Desde el punto de vista diplomático, el enfoque de Tel Aviv parece más útil y asertivo a la hora de abordar la cuestión actual del contencioso del Sáhara marroquí. Sin embargo, el enfoque israelí se basa en una comprensión de los requisitos del plan de autonomía, que es coherente con la independencia y la unidad, se centra en la negociación y el diálogo, se basa en el reparto de poder, permite a los ciudadanos mantener el desarrollo social, y depende de consideraciones históricas, como señaló el ministro marroquí de Asuntos Exteriores. Por otra parte, la Administración Netanyahu se basó en posturas anteriores, en particular las estadounidenses; la percepción de Clinton y Obama, especialmente en relación con el plan de autonomía de 2007.
A diferencia de la administración de EE.UU. que no ha abandonado sus posturas tradicionales, y el hecho de que muchos Estados hayan abierto sus consulados en el Sáhara marroquí, en particular en Dajla y en la ciudad de El Aaiún, y las posiciones internacionales en apoyo de la medida de Marruecos en el cruce de Guerguerat, son todos indicios de que EE.UU., no sólo está convencido de la propuesta de Marruecos, sino que todo el mundo ha llegado a creer en el plan de autonomía marroquí.
Por lo tanto, la posición de Estados Unidos e Israel tendrá un impacto en el expediente del Sáhara marroquí, dado que Estados Unidos es miembro permanente del Consejo de Seguridad y tiene las capacidades asociadas a la aplicación de las decisiones. Últimamente Israel siempre ha estado con el Reino de Marruecos como un aliado estratégico en el Norte de África, así como los países árabes, y su papel será mayor en términos de influir en los aliados de Tel Aviv a seguir su posición.
Sin duda, al normalizar sus relaciones con Israel, el Reino de Marruecos ha hecho lo que Estados árabes de Oriente Próximo como EAU, Bahréin y Sudán en el último año, y sin ningún cambio en el caso palestino. Tampoco hay objeciones a que se dirija a uno. Como prueba, ninguno de los Estados árabes de Oriente Medio ha usado su decisión para obligar a Israel a retomar las conversaciones de paz con el pueblo palestino. En consecuencia, Rabat se está posicionando como mediador entre palestinos e israelíes. El Ministerio de Asuntos Exteriores destaca que el Reino de Marruecos simplemente está reanudando los vuelos, las oficinas de asociación y comunicación y las conexiones diplomáticas con Israel.
La opinión pública y los políticos marroquíes están divididos sobre esta cuestión. Algunos han aceptado que la normalización de las relaciones con Israel formaliza sus raíces existentes y su relación tradicional. En concreto, hay un millón de israelíes nativos marroquíes, y además la comunidad judía es la segunda más importante del Reino de Marruecos. Por ejemplo, existe una colaboración comercial y económica entre ambos estados en términos de tecnologías avanzadas y capacidades militares. Otros pretendían que la reivindicación marroquí sobre el Sáhara marroquí es legítima y que el Reino no necesita el reconocimiento de Estados Unidos ni la normalización de los lazos con Israel. El Gobierno marroquí describe que las opiniones públicas no están preparadas para tratar el caso como un juego de suma cero. Muchos marroquíes, que defienden tanto la reivindicación del Reino sobre el disputado Sáhara marroquí como la causa palestina, pueden reconocer el acuerdo como un paso innecesario, debido a que ya consideran la reivindicación de Marruecos como legítima y el engaño a los palestinos.
En definitiva, el reconocimiento del Sáhara marroquí por parte de Israel es un proceso de basado en la asociación estratégica y la amistad. Marruecos y Tel Aviv han formado sus lazos estratégicos en un sentido optimista debido a sus percepciones a largo plazo. Por lo tanto, su cooperación estratégica en la región del Norte de África y el Magreb estaría más motivada y sería más pragmática.
Sin embargo, vamos a ver cómo reaccionan los dirigentes y la sociedad marroquí a las necesidades de su hermano judío marroquí en Tel Aviv, adoptando un nuevo enfoque para la reforma nacional y la visibilidad de la apertura internacional.
Fte. Modern Diplomacy (Jamal Ait Laadam)
Dr. Jamal Ait Laadam, Especialista en la cuestión del Norte de África y el Sáhara Occidental, en la Jilin University School of International and Public Affairs (SIPA).