Estados Unidos es la primera superpotencia cibernética del mundo, según un nuevo estudio publicado el 28 de junio, elaborado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), que se ha utilizado nuevos marcos y análisis para evaluar el poder cibernético de 15 países. El estudio, de dos años de duración, pretendía ayudar a los responsables de la toma de decisiones, destacando las capacidades cibernéticas que más influyen en el poder nacional. También pretendía que los gobiernos y las empresas calcularan el riesgo estratégico y la correspondiente inversión.
Como parte de su trabajo, los autores examinaron las capacidades de los países en siete categorías:
- Estrategia y doctrina
- Gobernanza, mando y control
- Capacidad básica de ciberinteligencia
- Ciberpotenciación y dependencia
- Ciberseguridad y resiliencia
- Liderazgo global en asuntos del ciberespacio
- Capacidad cibernética ofensiva
Estados Unidos fue la única nación que se clasificó en el primer nivel en todas las categorías, lo que significa que es el líder mundial.
Los países del segundo nivel tienen puntos fuertes, en los que son líderes mundiales en algunas categorías. Entre estos países se encuentran Australia, Canadá, China, Francia, Israel, Rusia y Reino Unido.
El tercer nivel, que incluye a India, Indonesia, Irán, Japón, Malasia, Corea del Norte y Vietnam, posee puntos fuertes o potenciales en algunas categorías, aunque debilidades significativas en otras.
Según el informe, Estados Unidos sigue siendo el Estado más capacitado en materia cibernética, en gran parte debido a las importantes inversiones y a la «clara dirección política para la búsqueda del poder cibernético nacional» desde mediados de la década de 1990. Además, Estados Unidos posee una capacidad de ciberinteligencia de primer orden con alcance mundial, que se ve ampliada por las asociaciones integradas con otros Estados de también gran capacidad.
Sin embargo, la ubicuidad de las herramientas cibernéticas, la complejidad de los sistemas y la dependencia digital de Estados Unidos han dado una ventaja a los adversarios y a las técnicas cibernéticas poco sofisticadas destinadas a subvertir el poder y las empresas estadounidenses.
«Los cambios doctrinales como el compromiso persistente y la defensa preventiva se han diseñado para corregir este desequilibrio», escribieron los autores. «No obstante, EE.UU. obtiene buenos resultados en todas las categorías de la metodología y ocupa en solitario el primer puesto».
Los aliados de Estados Unidos poseen una fuerte ciberseguridad general en el gobierno y la industria, así como fuertes capacidades de inteligencia y herramientas cibernéticas con una clara dirección política.
Los adversarios de Estados Unidos, Rusia, China, Irán y Corea del Norte, aunque tienen capacidad, siguen estando por detrás de los principales aliados de Estados Unidos. Sin embargo, en lo que respecta a la capacidad puramente ofensiva, el informe señala que Rusia y China probablemente superan a todas las demás naciones, excepto a Estados Unidos. Además, los autores señalan las diferencias doctrinales clave entre la forma en que Rusia y China ven la «ciberofensiva» y los países occidentales, como Estados Unidos.
Tanto para China como para Rusia, lo que Occidente denomina «ciberofensiva» no es más que el componente técnico de una capacidad más amplia de operaciones de información. Es sólo un medio para controlar su propio espacio informativo y subvertir el de sus adversarios, en lo que consideran un conflicto de ideas con Occidente», dice el informe. «Por lo tanto, es únicamente un instrumento de la maquinaria propagandística de esos Estados, y un medio para crear y distribuir «noticias falsas», así como un medio para penetrar en la infraestructura crítica de un adversario».
Como resultado, Rusia y China pueden estar dedicando menos recursos que Estados Unidos al desarrollo de capacidades cibernéticas militares ofensivas, específicamente diseñadas para acabar con infraestructuras y redes críticas sofisticadas durante un conflicto.
El informe también señala que incluso las naciones más poderosas han tenido dificultades para conformar marcos políticos duraderos para el ciberespacio.
«El dinamismo del entorno cibernético (en tecnologías, economía, política y asuntos de seguridad) ha obligado a los países líderes a emprender reevaluaciones y revisiones de los documentos estratégicos clave de forma casi continua», dice el informe. «Nuestra investigación confirma que todos los países están todavía en las primeras etapas de llegar a un acuerdo con las implicaciones estratégicas del ciberespacio».
Además, en lo que se refiere a las transformaciones militares, los autores afirman que, aunque varios Estados se han movilizado para reformar sus ejércitos, ningún Estado ha realizado aún la transición hacia unas capacidades cibernéticas bien integradas y distribuidas para la ofensiva o la defensiva.
Estados Unidos es probablemente el país que más ha avanzado en este sentido, pero el potencial poder militar cibernético en la década de 2030 aún no se ha demostrado en la práctica.
Fte. C4ISRNET