Las naciones que se consideran aliados cercanos se están alejando de Washington, a medida que las tensiones sobre Ucrania y Taiwán se agudizan entre EE.UU., Rusia y China. Lo más reciente son los sentimientos antiestadounidenses del Presidente francés, Emmanuel Macron, que hace poco estuvo en China. El 5 de abril, en medio de los preparativos de China para el estrecho de Taiwán, el Presidente francés saboreó la hospitalidad de Pekín en otra visita de Estado. Durante la significativa visita, el presidente chino Xi Jinping ofreció a Emmanuel Macron grandes elogios.
En una entrevista con Politico y otros medios de comunicación tras la visita, Macron criticó la postura del Gobierno estadounidense. Contrastó a Europa con el heredero estadounidense. También abogó por que Europa adopte una postura neutral en la cuestión de Taiwán.
«Si trabajamos juntos, podremos construir un futuro prometedor. La amistad de Francia y China perdurará».
El 7 de abril, Emmanuel Macron, Presidente de Francia, publicó en las redes sociales en chino, inglés y francés.
Las declaraciones de Macron molestaron a ambos lados del Atlántico, y Washington se indignó porque un socio cercano hiciera tales comentarios. Sin embargo, la reciente visita de Macron dejó claro lo tensas que están las cosas entre Estados Unidos y sus aliados europeos. Además, la ira de Macron hacia Estados Unidos no es involuntaria. Desde hace unos meses, Francia critica públicamente a su principal aliado de la OTAN. Es el resultado de un fallido acuerdo multimillonario de compra de submarinos entre Francia y Australia.
La relación estratégica entre China y Francia es compleja y polifacética y ha evolucionado a lo largo de los años. Aunque ha habido tensiones y desacuerdos ocasionales, los dos países han mantenido en general una relación positiva y constructiva basada en el respeto mutuo y los intereses compartidos. Una de las principales áreas de cooperación entre China y Francia es el comercio y la inversión. Francia es uno de los principales socios comerciales de China en Europa, y ambos países han trabajado para aumentar la inversión y el comercio bilaterales en los últimos años. También han colaborado en importantes proyectos económicos, como la construcción de una central nuclear en China.
Además de los lazos económicos, China y Francia también han cooperado en una serie de asuntos políticos y estratégicos. Ambos países son miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y han colaborado en asuntos como el cambio climático, el terrorismo y la gobernanza mundial.
Culturalmente, China y Francia tienen una larga historia de intercambio e interacción. La cultura y la lengua francesas son muy apreciadas en China y, cada año, muchos estudiantes chinos estudian en Francia. Del mismo modo, los turistas franceses se sienten atraídos por la riqueza histórica y cultural de China.
Desde que fue elegido presidente de China, Emmanuel Macron ha viajado allí tres veces. El Presidente Xi Jinping se reunió con él en Pekín y Guangzhou del 5 al 7 de abril para mantener extensas y fructíferas conversaciones. El aumento del respeto y la confianza mutuos hizo posible una nueva vía de cooperación entre ambas naciones. Ambas partes anunciaron una iniciativa concertada para avanzar en varios ámbitos, entre ellos la intensificación del debate político, la mejora simultánea de la seguridad y la estabilidad mundiales, la intensificación de la cooperación económica, la reactivación del intercambio cultural y el tratamiento simultáneo de los problemas mundiales.
Los tres debates de alto nivel entre ambas naciones, estratégico, económico y cultural, se interrumpieron temporalmente debido a los efectos de la pandemia COVID-19, pro este año se organizará una nueva conferencia de tres sistemas de debate de alto nivel: estratégico, económico y cultural, además de la reunión anual de los presidentes de los dos países, según informaron ambas partes. Además, ambas partes acordaron respetar la integridad territorial, la soberanía y los intereses básicos de la otra. Como resultado, Francia declaró una vez más que continuaría la «política de una sola China». Esto ilustra la alta consideración política que ambas partes tienen la una de la otra.
Adentrémonos ahora un poco más en este ámbito de discusión. Australia y Francia llegaron a un acuerdo de compra de submarinos en 2016. Se dice que el contrato de 66.000 millones de euros es el mayor acuerdo militar jamás firmado por Francia. En virtud de este acuerdo, era posible ampliar el sector de la defensa de Francia, así como proporcionar empleo a miles de ciudadanos franceses. Sin embargo, Australia se retiró abruptamente del acuerdo en septiembre de 2021. Australia ha ratificado el pacto militar trilateral AUCAS con Estados Unidos, Reino Unido y Australia. Declararon la adquisición de submarinos de propulsión nuclear construidos con tecnologías británicas y estadounidenses.
Al ver este contrato militar masivo frente a ellos, Francia está comprensiblemente indignada. Francia alega conspiración y traición contra dos miembros clave de la OTAN, Estados Unidos y Reino Unido. París también anunció que sus embajadores en Estados Unidos y Australia se marcharían para concentrarse en ese asunto. Tras ello, aunque las relaciones de los demás aliados volvieron a la normalidad, Francia aún no ha olvidado las heridas causadas por la ruptura de la confianza, como demuestran las declaraciones de Macron durante su visita a China.
Hay que decir que Francia y Estados Unidos han sido tradicionalmente estrechos aliados y socios en una amplia gama de cuestiones, como la lucha contra el terrorismo, el cambio climático y el comercio. Sin embargo, en los últimos años ha habido algunos desacuerdos y tensiones, sobre todo en torno a la política comercial y el programa nuclear iraní.
Uno de los principales puntos de discordia fue la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el clima en 2017, que supuso un duro golpe para Francia y otros países que habían trabajado duro para negociar el acuerdo. Emmanuel Macron, ha criticado duramente la decisión estadounidense y ha pedido mayor cooperación mundial en cuestiones climáticas.
Otro asunto que ha tensado la relación entre Francia y Estados Unidos es la disputa en curso sobre los impuestos digitales, que Francia implementó en 2019 para apuntar a grandes empresas tecnológicas como Google y Amazon. Estados Unidos ha argumentado que el impuesto apunta injustamente a las empresas estadounidenses y ha amenazado con tomar represalias con aranceles.
A pesar de estos desafíos, Francia y Estados Unidos continúan trabajando juntos en muchos asuntos importantes. Los dos países tienen una larga historia de lazos culturales y económicos, y comparten muchos valores e intereses.
Pero existe una gran preocupación. En la escena internacional, Estados Unidos ha ido perdiendo aliados uno a uno. Es evidente que éstos favorecen gradualmente a Pekín en detrimento de Washington. Un ejemplo de ello es el reciente desarrollo de estrechas relaciones sino-saudíes, facilitadas por Irán.
Además, la reciente sugerencia de China de actuar como mediadora en el conflicto entre Israel y Palestina ha avivado el fuego.
Los aliados están dando importancia a sus ventajas a la hora de mejorar las relaciones económicas con Pekín en lugar de entrar en guerra con China a instancias de Washington. La visita del Presidente francés Macron a China fue realmente impactante. Pero, la inclinación de Francia hacia China no indica necesariamente un alejamiento total de su estrecha alianza con Estados Unidos. Francia ha mantenido tradicionalmente fuertes lazos con ambos países, y es posible mantener relaciones positivas con varios países al mismo tiempo.
Es importante tener en cuenta que las políticas exteriores y las alianzas de los países son complejas y polifacéticas, y no es exacto sacar conclusiones generales sobre las inclinaciones de un país basándose en un solo aspecto de su compromiso con otro país. Sin embargo, en política global debemos vigilar constantemente un orden mundial en continuo cambio, ya que afecta a múltiples aspectos.
Fte. Modern Diplomacy (S.M. Sayem)
S.M. Sayem es estudiante, Departamento de Economía Universidad de Chittagong