El diseñador de armas ruso VKO Almaz-Antey ha ideado lo que podría ser la idea más inteligente en el campo de batalla moderno, o la pérdida de tiempo más tonta, y no estamos del todo seguros de qué hacer con ella.
Con el auge de los «drones» comerciales en los últimos 10 años, la gente ha buscado cada vez más formas novedosas y únicas de utilizar estas naves voladoras en miniatura, añadiéndoles cámaras, sensores e incluso lanzallamas.
Ahora, Almaz-Antey ha decidido dar un paso más añadiendo un arma semiautomática a un avión teledirigido. Al igual que la mayoría de los demás productos militares rusos, el avión no tripulado está diseñado de forma muy sencilla, lo que reduce los costes de fabricación y de puesta en servicio, y ofrece a los futuros operadores un aprendizaje muy sencillo.
El avión no tripulado utiliza un enlace inalámbrico para retransmitir imágenes en directo, desde una cámara gran angular orientada hacia delante, al operador que lleva unos auriculares de realidad virtual. Una batería eléctrica proporciona un máximo de 40 minutos de tiempo de vuelo, aunque esto podría reducirse significativamente con maniobras y ascensos más duros.
Para su ataque, el avión utiliza una fusil Vepr-12 en sus variantes semiautomática VPO 205-00 o completamente automática VPO 205-03.
El Vepr-12 está diseñado a partir de la clásica plataforma AK-47 y emplea el afuste de la ametralladora ligera RPK. Puede alimentarse de una caja o de un cargador de tambor, aunque su capacidad de munición está limitada a un cargador de 10 disparos para reducir el peso total del avión no tripulado.
Un mecanismo estabilizador a bordo amortigua el efecto del movimiento del avión sobre el arma cuando ésta se dispara, lo que mejora la precisión. Dado que la disposición y la plataforma del Vepr-12 es muy similar a la de otros fusiles tipo AK, sería fácil para el usuario final equipar el avión no tripulado con un fusil en lugar de con la escopeta para obtener disparos más precisos.
Almaz-Antey diseñó originalmente esta nueva máquina voladora de la muerte como un oponente a otros aviones teledirigidos «no amistosos», usando el arma de fuego para hacerlos volar por los aires.
Sin embargo, dada la creatividad que se espera encontrar en las zonas de combate modernas, es muy posible que un usuario final demasiado entusiasta termine usando este avión no tripulado para perseguir objetivos humanos también.
Nadie sabe cuán efectivo puede ser este avión teledirigido.
Fte. www.militarytimes.com