En una reciente entrevista con la CNN, el Ministro de Asuntos Exteriores provisional libanés, Abdallah Bou Habib, hizo la sorprendente concesión de que su Gobierno no puede controlar la decisión de Hezbolá de entrar de nuevo en hostilidades con Israel.
La entrevista del Ministro de Asuntos Exteriores tuvo lugar durante su visita a Washington, una visita destinada a pedir a la Casa Blanca que presione más a Israel para que proceda con cautela en Líbano. Sin embargo, fue una frase que reveló rendición ante la realidad: Hezbolá, y no el Gobierno legítimo de Líbano, decide las reglas de las represalias. Un diputado del partido, Nadim Gemayel, declaró a National Interest: «Lo que dice Bou Habib es una declaración que acepta oficialmente la situación de facto».
El ataque con drones del 2 de enero contra el suburbio de Dahieh, en el sur de Beirut, controlado por Hezbolá, en el que murió el diputado de Hamás Saleh al-Arouri, junto con otras seis personas, acercó la guerra a los libaneses. Israel negó su responsabilidad en los asesinatos. Sin embargo, muchos sospechan que Tel Aviv estaba detrás y esperan a ver cómo toman represalias Hezbolá y Hamás. Al no afirmar que estuvo detrás del asesinato de Arouri, los israelíes podrían acusar a Hezbolá de escalar las tensiones en función de su respuesta.
Decenas de miles de personas a ambos lados de la frontera han huido ya de sus hogares por miedo a los ataques aéreos israelíes y al fuego de misiles y artillería de Hezbolá, quien afirma que lucha contra los israelíes en apoyo del pueblo palestino. Sin embargo, su electorado vive en Líbano, la mayoría en el sur del país y en la zona de Dahieh. Si estallara una guerra a gran escala, serían los primeros en sentirlo.
Pero no serán los últimos. En un discurso pronunciado el viernes por el Secretario General de Hezbolá, Hassan Nasrallah, advirtió que su Grupo no puede permanecer en silencio tras el asesinato de Arouri y expuso las posibles consecuencias.
«Esto significa que todo Líbano quedará expuesto, todas las ciudades, pueblos y figuras quedarán expuestas».
«El asesinato de al-Arouri… no quedará ciertamente sin reacción y castigo», añadió. Esto es lo que muchos temen desde hace tiempo: una nueva guerra que podría provocar una destrucción devastadora de vidas e infraestructuras, haciendo que la guerra de 2006 pareciera una escaramuza.
En una entrevista concedida a National Interest, el profesor Nadim Shehadi, ex director del programa de Oriente Medio de Chatham House en Londres, compartió su opinión sobre la situación:
«Estamos en una guerra de posturas y propaganda. Alguien va de farol y corre muchos riesgos. Creo que, si Nasralá no va de farol, enviará al país a la destrucción. Dice que tiene más de 100.000 combatientes y 150.000 misiles. Si los israelíes le creen, podría constituir un elemento disuasorio. Pero si resulta que va de farol y no tiene esas armas y combatientes, arrastrará al país a una guerra muy destructiva de la que será muy difícil salir».
Shehadi también subrayó que la situación actual de Líbano es mucho más precaria que en el verano de 2006, cuando Israel y Hezbolá libraron una guerra de un mes de duración. Una vez finalizada la guerra, los países del Golfo y la Comunidad Internacional intervinieron para ayudar a reconstruir Líbano. Ahora, como mínimo, las monarquías del Golfo como Arabia Saudí y Kuwait no dan muestras de que vayan a hacer las mismas aportaciones a la economía libanesa.
«En aquellos días, teníamos apoyo Internacional, de Estados Unidos y de los países del Golfo. Ahora, estamos completamente aislados. Así que, si vamos a la guerra, será muy difícil volver atrás».
Siguiendo la retórica de Nasralá, parece que el pueblo libanés debería prepararse, ya que Israel cruzó una línea de las antiguas reglas de enfrentamiento, a pesar de su negación oficial. La respuesta de Hezbolá es inevitable. De lo contrario, Hezbolá será visto como vacilante y cediendo al miedo a los ojos del enemigo. Sin embargo, la posibilidad de que las represalias se conviertan en una guerra a gran escala como la de Gaza sigue siendo baja. Lo más probable es que sea una respuesta «proporcional». Sea cual sea la forma que adopte, nunca se puede estar seguro. Sin embargo, cuando ocurra, nadie debería sorprenderse. Ahora, esperemos.
Fte. The National Interest (Adnan Nasser)
Adnan Nasser es analista independiente de política exterior y periodista especializado en asuntos de Oriente Medio.