El Ejército de EE.UU. desarrolla un proceso de pulverización en frío (Cold Spray), para reparar los montajes de los cañones de los vehículos de combate Bradley. Ha sido desarrollado por un equipo de científicos e ingenieros del US Army Combat Capabilities Development Command Army Research Laboratory (CCDC ARL) and Ground Vehicle Systems Center y financiado por el US Army’s Manufacturing Technology Program.
El ingeniero de materiales de CCDC ARL, Gehn Ferguson, dijo: «Este proyecto ha demostrado la capacidad de aplicar nuevas tecnologías de fabricación, para volver a poner en servicio componentes que, de otro modo, serían desechados durante las operaciones de mantenimiento en los talleres».
En 2017, tras una visita de inspección, el CCDC ARL trabajó en el desarrollo de un proceso para reparar estos montajes, mediante un procedimiento de » Cold Spray «.
Ferguson añadió: «La pulverización en frío («Cold Spray») es una tecnología emergente que permitirá al Ejército recuperar componentes desgastados, que antes se sustituían por piezas nuevas. Esta nueva tecnología reducirá el coste del ciclo de vida y mejora la disponibilidad de los sistemas».
El proceso cold spray significará importantes ahorros de costes. Mientras que un nuevo montaje de cañón de 25 mm cuesta más de 25.000 dólares, la reparación del sistema utilizando esta tecnología cuesta alrededor de 1.000 dólares.
Además, el proceso reducirá la necesidad de almacenar nuevos montajes de armas.
El equipo del proyecto tiene la intención de reparar cuatro o cinco montajes durante los próximos seis meses.
La aplicación de la tecnología podría extender la vida útil de los nuevos montajes de los cañones.
El equipo también está explorando el uso del proceso para reparar la corrosión en las superficies de los vehículos de combate y para recubrir el interior de los cañones.
La pulverización dinámica en frío por gas (Cold Spray)) es un método de deposición de recubrimientos. Los polvos sólidos (de 1 a 50 micrómetros de diámetro) se aceleran en un chorro de gas supersónico a velocidades de hasta aprox. 1200 m/s. Al impactar con el sustrato, las partículas sufren deformaciones plásticas y se adhieren a la superficie.
Para conseguir un grosor uniforme, la boquilla de pulverización se desplaza a lo largo del sustrato. Metales, polímeros, cerámicas, materiales compuestos y polvos nanocristalinos pueden depositarse mediante pulverización en frío.
La energía cinética de las partículas, suministrada por la expansión del gas, se convierte en energía de deformación plástica durante el encolado.
A diferencia de las técnicas de pulverización térmica, como la pulverización con plasma, la pulverización con arco, la pulverización con llama o el combustible de oxígeno de alta velocidad (HVOF), los polvos no se funden durante el proceso de pulverización. (Wikipedia).
Fte. Army Technology