Empleada con efectos devastadores en conflictos recientes, la Artillería y los fuegos profundos de largo alcance son un activo vital del arsenal militar moderno.
«Incluso hoy en día, en Ucrania, el empleo por parte de Rusia de la artillería tradicional unida a la observación avanzada de los UAV ha creado un letal y eficaz efecto de fuego profundo: si te encuentran, te matan», dijo el secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, durante un discurso sobre la reforma de la defensa ante el Royal United Services Institute (RUSI), ilustrando cómo los adversarios han combinado las armas tradicionales con las nuevas para conseguir un efecto devastador.
En un documento de 2019, el investigador de guerra terrestre del RUSI, Jack Watling, describió con más detalle el empleo de la artillería por parte de Rusia en Ucrania. Watling escribió: «En las primeras horas del 11 de julio de 2014, la 24ª Brigada Mecanizada ucraniana estaba maniobrando cerca de Zelenopillya, a unos 10 km de la frontera rusa. Poco después de tomar posiciones, los ucranianos comprobaron que sus equipos de comunicación y navegación estaban siendo interferidos.
«Alrededor de las 4:20 de la mañana se dieron cuenta de que había vehículos aéreos no tripulados que aparentemente observaban la columna. Entonces comenzaron los disparos. Aproximadamente 40 salvas de cohetes rusos alcanzaron a los ucranianos en un periodo de cinco minutos. Destruyeron el equipo de dos batallones. Este incidente, aunque no es ni mucho menos aislado, provocó un escalofrío de alarma en los ejércitos occidentales, y con razón».
En noviembre del año pasado, Ben Barry, experto en guerra terrestre del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), declaró ante los diputados que el enemigo había integrado los aviones no tripulados en sus fuerzas armadas de diversas formas, como el uso de vehículos aéreos no tripulados para aumentar la precisión de los disparos.
Los vehículos aéreos no han hecho que la artillería sea irrelevante, pero en muchos casos han hecho que los sistemas de artillería sean más eficaces y precisos.
Neutralización, ataque y apoyo de fuego
Franz-Stefan Gady, investigador de ciberespacio y conflictos futuros en el IISS, nos dijo que la proliferación de sistemas aéreos sin tripulación y de municiones de merodeo no hará redundantes a la artillería y fuegos profundos.
«La artillería tiene cuatro misiones fundamentales en el campo de batalla moderno: la contrabatería, el ataque a objetivos de alto interés, la disolución de concentraciones de fuerzas enemigas y el apoyo de fuego al combate», explicó Gady. «Los UAS no pueden crear la potencia de fuego necesaria para la supresión del fuego enemigo o para deshacer las concentraciones de fuerzas enemigas».
Los recientes conflictos en Nagorno-Karabaj entre Armenia y Azerbaiyán y el uso de drones turcos en Siria y Libia han demostrado lo susceptibles que son los sistemas terrestres, desde los vehículos blindados de transporte de personal hasta los carros de combate, a las amenazas aéreas. No obstante, la carga útil y las condiciones meteorológicas pueden limitar la capacidad de los UAS para producir efectos a gran escala como lo haría una concentración de fuego de artillería.
Gady añadió que los UAS son más útiles cuando se trata de atacar objetivos de alto valor o de prestar apoyo de fuego al combate. También citó la importancia de que la artillería pueda desplegarse en casi todas las condiciones meteorológicas, lo que da utilidad al sistema en zonas en las que puede ser difícil emplear el uso de drones con eficacia.
La artillería también tiene la ventaja añadida de ser más fácil de desplegar y operar que las armas de precisión lanzadas desde el aire, que tradicionalmente emplean las plataformas UAS. Gady dijo que este factor de coste hace que la artillería sea la opción más económica para la supresión de los fuegos enemigos o para romper las formaciones enemigas.
«Ciertamente, debería producirse un debate sobre la futura utilidad de la artillería de tubo remolcado», añadió, «aunque yo me cuidaría de sacar conclusiones precipitadas sobre su obsolescencia. Tales juicios requieren un examen minucioso de los requisitos operativos de los sistemas de artillería.
«Por ejemplo, la artillería de tubo puede desempeñar un papel menos importante en un conflicto entre pares en el flanco oriental de la OTAN debido a su menor alcance y vulnerabilidad al fuego de contrabatería o a los ataques aéreos, pero podría ser un factor mucho más importante en las operaciones de guerra de montaña en el terreno a lo largo de las fronteras entre India y Pakistán o India y China, donde podría resultar crucial para proporcionar apoyo de fuego para las maniobras o para romper las formaciones enemigas».
Citó el ejemplo de la adquisición por parte de India del obús remolcado M777 de 155/ 39 mm de calibre, con el objetivo específico de desplegarlo a lo largo de las zonas fronterizas montañosas del país.
Y añadió: «Lo que han demostrado los conflictos recientes es que la artillería debe estar protegida de los ataques electrónicos (mediante contramedidas electrónicas) y acompañada de defensas aéreas de corto alcance. La artillería remolcada sin protección, en particular, ha demostrado ser extremadamente vulnerable a los ataques aéreos dirigidos por UAS».
Necesidad de modernización del Reino Unido
Durante la sesión de la Comisión Parlamentaria de Defensa del pasado noviembre, Barry también describió cómo Reino Unido y la mayoría de las divisiones de la OTAN podrían verse superados por la artillería rusa. «En términos generales, las brigadas y divisiones rusas tienen tres veces más artillería de cañón y cohetes que sus equivalentes de la OTAN», dijo Barry.
«Mientras que una brigada de infantería blindada británica contaría con el apoyo de un único regimiento de AS-90, una brigada de fusiles motorizados rusa tendría dos batallones de artillería de cañones y un batallón de lanzacohetes múltiples».
El núcleo de la capacidad de artillería y fuegos profundos del Ejército Británico proviene del obús autopropulsado AS90 de 155 mm y 39 calibres, y de los sistemas de cohetes guiados de lanzamiento múltiple M270B1, que requieren una modernización para ser eficaces en conflictos de alta intensidad.
En julio del año pasado, el Secretario del Ejército de Estados Unidos, Ryan D. McCarthy, dijo que Reino Unido estaba interesado en recapitalizar el HIMARS o en buscar el misil de ataque de precisión de Lockheed Martin para mejorar su capacidad de fuego de largo alcance.
Tanto si necesitan modernizarse como si ya se emplean junto con los vehículos aéreos no tripulados, la artillería y los fuegos profundos siguen siendo una herramienta crucial en el arsenal de los ejércitos modernos.
En una entrevista concedida a Radio 4 el año pasado, Wallace también aludió a la modernización de la artillería y los fuegos profundos al hablar de la importancia de proteger los vehículos blindados de las amenazas aéreas y de la guerra electrónica.
«Veremos un aumento, probablemente, de soldados dedicados a la guerra electrónica, a la inteligencia de señales, a los fuegos de largo alcance, como lo llamamos nosotros, a la artillería de largo alcance, porque los alcances están cambiando por primera vez en muchos años», explicó Wallace.
Reino Unido está llevando a cabo una Review into Defence, Security and Foreign Policy (Revisión Integrada de la Defensa, la Seguridad y la Política Exterior) que se publicará en febrero y se espera que aclare la futura dirección del Reino Unido en cuanto a la modernización de la artillería y los fuegos profundos.
Tanto si necesitan modernizarse como si ya se emplean junto con los vehículos aéreos no tripulados, la artillería y los fuegos profundos siguen siendo una herramienta crucial en el arsenal de los ejércitos modernos, como demuestran las compras de nuevos sistemas por parte de India y los esfuerzos de modernización que están llevando a cabo otros países.
Fte. Global Defense Technology