El CDTI, a través de la Comisaría General de Policía Científica, invertirá 25 millones de euros en el desarrollo de una Plataforma Integral de Inteligencia Forense Policial y hace un llamamiento a las empresas para participar en este reto tecnológico.
Los más de 2.000 agentes de la Policía Científica que hay en toda España (300 de ellos en la Comisaría General, en Madrid) son «los ojos del juez» en la escena de un delito; los que realizan identificaciones de criminales que no son quienes dicen ser, cadáveres sin identificar, personas que solicitan protección internacional; o los que se desplazan a zonas en conflicto para determinar si se han producido crímenes de guerra, como han hecho en Ucrania.
Pero, aunque ya están dotados con tecnologías disruptivas para realizar sus inspecciones técnico-policiales y ensayos, sobre la base de métodos científicos, ahora están dando un paso de gigante… y para ello necesitan a empresas, universidades y centros de investigación.
Y los necesitan porque estas entidades y organismos tienen que estar dispuestos a asumir un reto sin precedentes: desarrollar una Plataforma Integral de Inteligencia Forense Policial «que genere tempranamente información para alimentar un sistema innovador de inteligencia forense durante todos los procesos de gestión de la escena y análisis posteriores«.
Para ello, y a través del CDTI (que será el que licite y Policía Científica, el usuario final) se invertirán 25 millones de euros. «Es un sueño, pero sabemos que puede hacerse realidad». Así lo describe la inspectora jefa María Bueno, responsable del servicio de la Unidad Central de Tecnologías y Relaciones Internacionales de la Comisaría General de Policía Científica.
En una entrevista concedida a El Radar, Bueno ha ofrecido todos los detalles de este mega proyecto tecnológico que quiere poner en marcha la Policía Nacional. «A nivel europeo, todos los ojos están mirando hacia este proyecto de la Policía Científica española», asegura.
Plataforma b2match para conocer el reto y agendar reuniones con Policía Científica
La consulta preliminar al mercado, para conocer el grado de desarrollo de las diferentes tecnologías que podrían integrarse en el proyecto de Policía Científica, ya se efectuó a finales del año pasado.
Ahora, antes de que salga la licitación («que ya se está preparando»), en la Comisaría General de Policía Científica están abiertos a hablar con las empresas para explicarles el proyecto y conocer sus propuestas. Para ello, han creado un plataforma b2match que posibilite que las empresas, universidades y centros de investigación puedan obtener información sobre este interesante reto.
Pero también para que puedan encontrar la información publicada en la Plataforma de Contratos del Sector Público, contactar con empresas y agendar reuniones con los responsables del proyecto en la Comisaría General de Policía Científica.
Según avanza la inspectora jefa, «próximamente se publicarán los resultados de la consulta preliminar, así como de la fase de vigilancia tecnológica llevada a cabo por el CDTI y Policía Científica».
«Aunque incorporemos nuevas tecnologías, siempre debemos tener presentes los fundamentos de las Ciencias Forenses»
«Cuando realizamos nuestras inspecciones e informes técnico-policiales no podemos fallar», afirma con rotundidad María Bueno. «Y nuestro sistema de aseguramiento de la calidad se basa en nuestros procedimientos documentados y validados, el control de equipos y la cualificación del personal», añade.
Con este megaproyecto, que ella defiende con pasión e ilusión, se dará un paso más en esa calidad que ya tiene nuestra Policía Científica de la Policía Nacional, porque no sólo se garantizarán mejores resultados; también, mayor agilidad y ayuda en el proceso de toma de decisiones y, en definitiva, en el desempeño de las misiones que estos agentes tienen encomendadas.
Pero siempre «sin olvidar los fundamentos de nuestro trabajo», recuerda María Bueno. «Porque, aunque nuestro objetivo de aquí a 2030 esté basado en incorporar avances tecnológicos en los ámbitos de la biometría, nanotecnología o tecnologías emergentes, siempre debemos tener presentes los fundamentos de Policía Científica, de las Ciencias Forenses: la transparencia, la confianza, la trazabilidad y la cadena de custodia«.
En qué consiste el reto
En estos momentos, Policía Científica cuenta con tecnologías punteras en los laboratorios de identificación biométrica, de biología-ADN, químico-toxicológico, tecnología de la imagen, informática forense, documentoscopia, análisis balístico, acústica forense (fueron pioneros en implementarla), Inteligencia Artificial (para, por ejemplo, identificar el clonado de voz), etc. «Y todo ello, con el mayor rigor científico», subraya la inspectora jefa.
Ahora, con este «reto» (porque así lo han denominado en la Comisaría General) pretenden contar con un sistema que integre la actividad de Policía Científica desde los diferentes escenarios de actuación: escena del delito, crisis humanitarias migratorias, grandes catástrofes, etc.
Y, además, que genere Inteligencia Forense (tanto de análisis como de explotación) para poder guiar la actividad no sólo de Policía Científica sino también de los grupos de investigación.
Se trata, y así lo define María Bueno, de «un reto complejo». Por ello, lo han subdividido en cuatro componentes:
- Componente 1: Plataforma interoperable para los servicios de inteligencia de la Policía Científica.
- Componente 2: Integración de los datos y soluciones innovadoras frente a diferentes escenarios. Cadena de custodia digital.
- Componente 3: Asistencia remota en la escena del delito y sistemas de entrenamiento.
- Componente 4: Soluciones innovadoras de carácter gestor.
La inspectora jefa explica que el CDTI aportará el capital para adquirir servicios de I+D a las empresas para resolver el reto. «Se trata -precisa- de compra pública innovadora, siendo proceso competitivo, y en el que cada componente puede recaer en una empresa o consorcio diferente«.
Entre los requerimientos genéricos que deben tenerse en cuenta, se pueden destacar dos: el servicio tendrá que estructurarse y desarrollarse para implementarse en los 180 emplazamientos que tiene la Policía Científica en toda España; y deberá ser interoperable con los sistemas policiales y forenses europeos.