El Radar ha hablado con el cabo 1º José Manuel Jiménez, jefe del equipo Pegaso Madrid, para saber cuáles son sus misiones y cómo colaboran con la Comunidad de Madrid para el control de las infraestructuras aeronáuticas que gestiona el Ejecutivo autonómico.
El equipo Pegaso Madrid, uno de los 54 equipos de estas características que tiene la Guardia Civil para vigilar el espacio aéreo e impedir, con sus sistemas antidrón, el vuelo de UAV no autorizados, es un «visitante habitual» de los aeródromos de la Comunidad de Madrid (CAM), que anteriormente solo recibían inspecciones de la Guardia Civil en caso de accidentes.
En ellos, supervisan y controlan aquellos obstáculos que pueden suponer un peligro para la navegación aérea. De hecho, una de sus misiones más exigentes y prioritarias es proporcionar seguridad en el entorno del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Pero tienen otras muchas misiones.
El cabo 1º José Manuel Jiménez, jefe de Pegaso Madrid (cuyo equipo lo conforman 5 guardias civiles), ha explicado a El Radar qué cometidos tienen asignados y cómo colaboran con la Comunidad de Madrid para el control de las 96 infraestructuras aeronáuticas que actualmente gestiona el Ejecutivo autonómico.
Ellos fueron el primer equipo Pegaso que se constituyó en la Guardia Civil y se han ido consolidando «como una herramienta de formación para crear otros equipos en diferentes partes del territorio nacional», explica el cabo 1º. Su unidad depende de la Unidad Fiscal y de Fronteras de Madrid.
La seguridad en el aeropuerto de Barajas, misión prioritaria
Entre sus misiones, Pegaso Madrid asesora a policías municipales, empresas y usuarios particulares en el uso de drones, una actividad que, según explica José Manuel, «ha aumentado significativamente desde la popularización de estos dispositivos».
Por ello, Pegaso Madrid, y el resto de equipos en general, «desempeñan un papel fundamental supervisando las operaciones y detectando aquellas que puedan representar un riesgo», precisa.
Además de sus funciones formativas y de asesoría técnica, Pegaso «ha intensificado la vigilancia de obstáculos para la navegación aérea que representan un riesgo», explica el cabo 1º.
Y es que, en el catálogo de obstáculos que pueden «confundir y perjudicar a los pilotos en zonas de aproximación de vuelos, despegues o maniobras en el entorno aeroportuario, si no cumplen con la normativa de la AESA, se encuentran, por ejemplo luces reflectantes de superficie, fuegos artificiales, globos, aeromodelismo, drones y emisiones de láser, y todos son muy peligrosos para el pilotaje de aeronaves», advierte.
De hecho, la custodia, control y vigilancia en puertos y aeropuertos son competencias de la Guardia Civil, «siendo la seguridad en el entorno del aeropuerto de Barajas una de las funciones más exigentes y prioritarias de Pegaso Madrid», asegura.
Con equipos portátiles de detección e inhibición de drones, protegen el espacio aéreo del aeropuerto más importante de España.
Control de UAV sin autorización y apoyo en la investigación de accidentes aéreos
Además, y desde sus inicios, el Equipo Pegaso se dedicó a «buscar, localizar y controlar lugares susceptibles de ser utilizados para el aterrizaje y despegue de aeronaves sin autorización». También vigilan y controlan las áreas utilizadas por la aviación deportiva, como alas delta, paramotores, parapentes y para-trikes, que deben cumplir con una normativa específica.
«Pegaso también se especializa en la investigación administrativa de incidentes y accidentes de aviación ligera, apoyando al equipo territorial de Policía Judicial, encargado de la investigación judicial de los accidentes aéreos, y a la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil, que se ocupa de la investigación técnica de accidentes aeronáuticos para prevenir futuros incidentes sin determinar culpables», añade el jefe del equipo Pegaso Madrid.
Colaboración para el control de las infraestructuras aeronáuticas de la Comunidad de Madrid
Y, por último, y no por ello menos importante, otra de las misiones que realizan los efectivos de Pegaso Madrid están centradas en colaborar con el Área de Instalaciones Aeronáuticas de la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid para el control de sus instalaciones aeronáuticas.
«Inicialmente -explica el cabo 1º Jiménez-, la colaboración consistía en actuaciones conjuntas en las inspecciones técnicas de las instalaciones realizadas por los inspectores de la CAM y el equipo Pegaso, cumpliendo así sus funciones de vigilancia y control de aeródromos de uso restringido».
En este sentido, ambas partes comparten obligaciones y objetivos comunes en la supervisión de instalaciones aeronáuticas, y están trabajando, como adelantó El Radar, en un protocolo general de actuación para reforzar la capacidad operativa de Pegaso.
«Este protocolo -subraya José Manuel- mejorará la coordinación y respuesta ante situaciones como asegurar espacios para aeronaves de emergencia o prevenir actos ilícitos como la sustracción de aeronaves».
Así, el Área de Instalaciones Aeronáuticas de la CAM «se beneficia de la actuación de Pegaso en la recopilación de información sobre el estado de las instalaciones y su entorno, la detección de posibles infracciones y la verificación del cumplimiento de las condiciones para la autorización de las instalaciones», prosigue.
La coordinación con las instalaciones aeronáuticas «es crucial para las operaciones policiales con drones», recalca. «La mayoría de estas operaciones son aprobadas por el área de instalaciones de la Comunidad de Madrid, que tendrá un papel relevante con la implementación de vertipuertos para taxis aéreos y drones, el futuro cercano de la movilidad urbana», nos recuerda el cabo 1º.
«Pegaso, como vigilante del cielo, debe estar preparado para estos avances tecnológicos«, dice, sin tapujos, el jefe del equipo de Madrid.
Por qué y cuándo nacen los equipos Pegaso
Hasta hace relativamente pocos años, el servicio de la Guardia Civil en el ámbito de la aviación general, ligera y deportiva se limitaba a las actuaciones de las unidades territoriales y del Servicio Fiscal.
«Estas unidades atendían las incidencias ocurridas en aeródromos, escuelas de vuelo o deportes de riesgo aéreo, y gestionaban cualquier contratiempo que afectara a los ciudadanos involucrados en actividades aeronáuticas, ya fuera directa o indirectamente», explica José Manuel.
De hecho, «fuera de los entornos aeroportuarios, no existía un control especializado, sistemático y específico sobre el espacio aéreo y las aeronaves que lo surcaban», añade. Y, aunque había intervenciones en casos de accidentes de avionetas, «éstas eran manejadas por el personal del Puesto de la demarcación territorial correspondiente, quienes resolvían la situación lo mejor posible».
La intrusión de dos avionetas en el espacio aéreo de Barajas despertó la alarma en el sector aeronáutico
En 2015, «la intrusión en el espacio aéreo del aeropuerto de Barajas por dos avionetas sin plan de vuelo, en ruta hacia Gibraltar y con escala en el aeródromo toledano de Casarrubios del Monte, despertó la alarma en el sector aeronáutico», rememora.
El creciente conocimiento de incidentes relacionados con aeronaves ligeras, las injerencias en el espacio aéreo y la llegada de drones impulsaron a la Unidad Fiscal y de Fronteras de Madrid de la Guardia Civil a lanzar en 2016 una iniciativa para vigilar el espacio aéreo con mayor especialización, en aras de la seguridad ciudadana.
Protección de infraestructuras críticas y control de fronteras
Dentro de las competencias exclusivas de la Guardia Civil se encuentran la custodia de los recintos aeroportuarios y el control de fronteras. Y, en el marco de estas funciones, y aplicando el concepto de seguridad 360, la Guardia Civil afrontaba un nuevo reto: «No se trataba de asumir competencias de otros organismos (como AENA, AESA, ENAIRE, etc.), sino de complementarlos como policía administrativa del aire», aclara el cabo 1º.
Su objetivo incluía, entre otras tareas, hacer cumplir la normativa que afecta a los aeródromos, escuelas de vuelo, aeromodelismo, aviación deportiva, vuelos aerostáticos y, especialmente, la nueva normativa sobre UAS o drones. «En resumen -prosigue-, se buscaba una supervisión más específica de la seguridad aérea y de todas las operaciones aeronáuticas en su demarcación».
Aquella iniciativa se materializó con la creación de las unidades Pegaso, unidades especializadas en cometidos de Policía Aérea.
«Pegaso nació con el compromiso de abordar las vulnerabilidades del espacio aéreo, garantizando la seguridad ciudadana, la seguridad aérea y la prevención de su posible uso por parte del crimen organizado o el terrorismo», concluye José Manuel.
Y ese compromiso y la labor que desarrollan a diario los componentes de Pegaso Madrid… hacen que todos estemos, y vivamos, mucho más seguros.