Israel habría usado armas de 3 y 4 metros, y bombas GBU-31 en sus ataques a la población de Gaza incumpliendo el pacto de ‘no atacar civiles’, según un informe de la ONU.
«Una investigación de la ONU sobre los bombardeos del Ejército israelí en Gaza ha revelado que se han violado sistemáticamente las leyes de la guerra en cuanto al uso de bombas de gran potencia y a la falta de distinción entre combatientes y civiles», según ha declarado este miércoles 19 de junio el responsable de derechos humanos de la ONU, Omar Zniber.
Tras las investigaciones de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OHCHR) sobre seis ataques de las fuerzas israelíes «se sospecha que se utilizaron bombas de hasta 920 kg contra edificios residenciales, una escuela, campos de refugiados y un mercado», ha informado desde la OHCHR.
Según han señalado desde la Oficina, «las armas, de aproximadamente 3 y 4 metros, fueron desplegadas entre el 9 de octubre y el 2 de diciembre de 2023 causando 218 muertes confirmadas».
Israel ha usado nueve bombas GBU-31 de unos 900 kg en el ataque a Ash Shuja
El informe ha destacado que el 11 de noviembre de 2023 la Fuerza Aérea israelí «atacó más de 5000 objetivos para eliminar amenazas en tiempo real». Como resultado, las autoridades sanitarias de Gaza documentaron la muerte de 11.078 palestinos, otros 2700 desaparecidos y unos 27.490 heridos.
Durante los ataques al barrio de Ash Shuja (Gaza) la extensión de la destrucción fue de aproximadamente 130 metros y destruyó 15 edificios. Según han anunciado desde la OHCHR, «la magnitud de los daños causados a los edificios y los cráteres indicaban que se habían utilizado aproximadamente nueve bombas GBU-31 de unos 900 kg y al menos 60 personas habían resultado muertas».
El informe se centra en Israel, pero también destaca que los grupos armados palestinos han seguido disparando proyectiles «indiscriminadamente» contra ese país. La portavoz del Alto Comisionado, Ravina Shamdasani advirtió de que «los mandos militares israelíes no parecen cambiar sus tácticas en Gaza para no atacar a civiles».
La Comisión Europea comprobó que «las órdenes de evacuación a la población del norte de Gaza de otras localidades eran insuficientes, poco claras y contradictorias«. «Además, las rutas de evacuación y las zonas designadas como seguras fueron constantemente atacadas por las fuerzas israelíes», añadieron.
Finalmente, la Comisión determinó que Israel ha impuesto un «asedio total» que equivale a un castigo colectivo contra la población civil. «Las autoridades israelíes han convertido el asedio en un arma», aseguraron. «Y -prosiguió- han utilizado el suministro de artículos de primera necesidad para obtener beneficios estratégicos y políticos.
