Un nuevo cañón ligero de tiro rápido podría integrarse en los vehículos blindados del Ejército de Estados Unidos.
El sistema de cañones de 40 milímetros de BAE Systems se propone como una forma de aumentar la potencia de fuego de los vehículos existentes, brindándoles la capacidad de hacer frente a amenazas grandes y pequeñas. El cañón es considerablemente más letal que las ametralladoras pesadas a las que sustituiría.
Está diseñado para adaptarse a vehículos como el M2 Bradley y Stryker, además de a cualquier otro vehículo futuro que pudiera surgir del programa Next Generation Combat System. Actualmente el Bradley, que data de los 1980, tiene un cañón de cadena de 25 milímetros, efectivo contra la infantería y los vehículos blindados ligeros, mientras que el Stryker tiene una ametralladora M2, calibre 12,70 mm. La M2 es efectiva contra los flancos de vehículos blindados ligeros e infantería, pero no puede penetrar la coraza frontal de un vehículo blindado ligero.
La agresividad de Rusia en el Báltico, Siria y Crimea impulsó al ejército estadounidense a pensar si sus vehículos blindados podrían seguir enfrentándose a sus homólogos rusos. En 1985, el cañón de cadena M252 del M2 Bradley podía destrozar a un vehículo de combate de infantería soviético BMP-2. Ahora, 33 años después, el Ejército sigue utilizando los mismos Bradleys con el mismo armamento, mientras que las fuerzas rusas están adoptando una serie de vehículos nuevos, como el carro de combate T-15 Armata, el vehículo de combate de infantería Kurganets-25 y el vehículo blindado de transporte de tropas con ruedas Bumerang.
La introducción de nuevos vehículos de combate rusos se consideró lo suficientemente seria, como para que el Ejército iniciara un programa de choque para actualizar a los Strykers basados en Europa con un arma más pesada. Después de un período de desarrollo de dos años, el se está actualizando la mitad de los Strykers del Segundo Regimiento de Caballería al nuevo estándar Dragón, que desecha la ametralladora y la reemplaza con un potente cañón rápido de 30 milímetros. Mientras tanto, ¿el cañón de 25 milímetros del Bradley sigue siendo efectivo contra la coraza frontal de los nuevos vehículos de combate rusos? Nadie lo sabe, pero una cosa es segura: los diseñadores rusos han tenido tres décadas para desarrollar una coraza lo suficientemente resistente como para derrotarla.
BAE afirma que la nueva arma tiene hasta cuatro veces la potencia de los cañones de 30 milímetros y que perfora cinco pulgadas y media de coraza homogénea laminada, un estándar empleado para medir blindajes de acero, a nueve décimas de milla; penetra más de ocho pulgadas de hormigón a la misma distancia; cuenta con municiones perforantes para atacar vehículos enemigos ligeros; una munición con espoleta de impacto, para edificios y otros objetivos estacionarios; y una munición de explosión en el aire para atacar a la infantería enemiga en trincheras y a cubierto, helicópteros, aviones teledirigidos y otras aeronaves, y para alterar la óptica y los sensores expuestos de los carros de combate.
El nuevo disparo de 40 mm también utiliza la llamada tecnología «case telescoping» que, a diferencia de las municiones tradicionales en las que el proyectil sobresale de su vaina metálica llena de propulsor, está completamente encerrado en la vaina, rodeado de propulsor. El resultado es una vaina más pequeña y compacta, que se traduce en menor carga logística.
El programa Army’s Next Generation Combat Vehicle. se supone que dará como resultado un vehículo que sustituirá al M2 Bradley a mediados de la década de 2020, con un número significativo disponible en la década de 2030. Once años es mucho tiempo para esperar, y el Ejército podría considerar la construcción de nuevas torres con el nuevo cañón de 40 milímetros para Strykers y Bradleys en el ínterin.
Fte. Defense News