El Ejército de EE.UU. seleccionará en 2021 entre las tres compañías que compiten por fabricar el sustituto del fusil M4 y del arma automática de pelotón SAW (Squad Automatic Weapon).
Se ha estado trabajando en el proyecto de Next Generation Squad Automatic Weapon durante los últimos tres años y, si se completa y pone en servicio, marcaría el primer cambio sustancial en las armas ligeras convencionales que el Ejército de EE.UU. haya visto desde mediados del siglo XX cuando adoptó el fusil M16 de 5,56mm.
Durante mucho tiempo, en la comunidad de las armas ligeras del Ejército y cuerpos asociados ha sido fuente de debate, el abandono del disparo de pequeño calibre, tras los informes procedentes del campo de batalla de las últimas guerras y de un estudio en profundidad de los arsenales de los adversarios en los últimos años.
Eso ha conducido a la evaluación de una bala de «calibre intermedio» para las armas ligeras a nivel de pelotón. El objetivo era un proyectil que pudiera alcanzar distancias superiores al de 5,56mm y seguir siendo letal, manteniendo al mismo tiempo un retroceso manejable y la preocupación por el peso al que se enfrentan los sirvientes de ametralladoras de 7,62mm.
Finalmente, el proyecto se decidió por el calibre 6,8 mm, de tamaño similar al clásico calibre .270 que disparan los cazadores de ciervos y no muy lejos de un popular calibre intermedio favorecido por los militares japoneses de principios del siglo XX y casi adoptado por los británicos entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Entonces, a las empresas que competían por este contrato histórico se les dijo que construyeran sus rifles en torno al nuevo cartucho.
Sin embargo, el 6,8 mm de diseño militar tiene características y balísticas distintas de las que se encuentran en los estantes de municiones civiles.
Se seleccionó a tres compañías para competir hace casi dos años: Sig Sauer, General Dynamics y Textron Systems.
Cada una de ellas aporta una visión diferente de la nueva arma. Sig Sauer tiene una sensación muy parecida a los ArmaLite, que retendría mucho del control, el equilibrio y las operaciones que son familiares para los tiradores que han pasado una carrera llevando la M4 o su hermano mayor, la M16, alrededor de polvorientos campos de batalla; la versión General Dynamics busca en el diseño bullpup (diseño en el que el cajón de los mecanismos y el cargador se encuentran detrás del disparado) y una longitud de cañón lisa que permita la instalación de silenciador, otro requisito del arma además de su calibre; y Textron ha reinventado el cartucho en sí mismo, empleando su actual munición «telescópica encapsulada» que introduce la bala en el interior de la carcasa y usa un novedoso enfoque de alimentación para disparar el proyectil.
En paralelo con el desarrollo de armas, dos compañías han ganado el derecho de competir por el control de fuego, o la óptica, para montar en este nuevo rifle: L3 Technologies y Vortex Optics.
La primera prueba de los prototipos de armas terminó en septiembre. La próxima está programada para febrero. Para o antes de octubre, se espera que seleccionen una de las tres compañías para fabricar su versión del NGSW. Tendrán alrededor de un año para empezar la fabricación porque el Ejército quiere empezar a suministrarlas antes de octubre de 2022 a las brigadas de infantería, Stryker y blindadas.
Fte. Modern Diplomacy
Sé el primero en comentar