Imaginemos al pez manta: con su cuerpo plano y resbaladizo, se siente en casa cuando está en la superficie del océano o escondido en el fango del fondo; su es movimiento sutil, mientras aletea en el agua. La manta es una criatura fascinante, por lo que no debería sorprender que su cuerpo también lo sea para dar forma a un robot submarino.
Diseñado por investigadores de la Universidad Nacional de Singapur, el MantaDroid es un robot inspirado en el pez manta, que se impulsa en el agua agitando dos aletas flexibles, dejando que la dinámica de fluidos se encargue del resto.
Cada aleta está alimentada por un motor eléctrico, que hacen a la máquina eficiente, a la vez que le dan una apariencia elegante.
El robot es pequeño: mide apenas 14 pulgadas de largo y dos pies de ancho. Y también es ligero, con un cuerpo que pesa solo 1.5 libras.
Se mueve a aproximadamente 1.6 mph, el doble de su longitud corporal por segundo, pero lo que es realmente impresionante es que su autonomía es de 10 horas.
Sin embargo, lo que hace al robot relevante es que ha sido relevante es que el MantaDroid se ha diseñado para ser una futura plataforma de vigilancia submarina.
La diseñadora, la Universidad Nacional de Singapur dice:
“El MantaDroid es no es solamente una alternativa prometedora a los propulsores tradicionales basados en hélices que se usan en los AUV convencionales, también podría operar potencialmente a mayores distancias. Al igual que la manta raya real, el MantaDroid tiene un cuerpo plano y ancho, en el que se que pueden acomodar una variedad de sensores y utilizarse para diferentes propósitos, tales como el estudio de la biodiversidad marina, la medición de datos hidrográficos y la realización de operaciones de búsqueda”.
Instalar sensores en un cuerpo con forma de animal, especialmente uno que pueda navegar de manera eficiente durante horas en el océano, sería una plataforma bastante discreta para quien lo usara. Mientras que los investigadores se centran en los aspectos científicos y de seguridad pública del MantaDroid, la plataforma también sería un activo militar atractivo, especialmente si se pudiera encontrar una forma de recargarla mientras navega. (También están las consideraciones éticas de una herramienta de vigilancia disfrazada de especie vulnerable, y qué consecuencias de segundo orden podrían conllevar).
Los siguientes pasos a dar con este robot será probarlo a diferentes profundidades y en distintas corrientes. No es difícil imaginar un futuro en el que mantas robot exploren las aguas poco profundas de una costa desconocida, antes de los humanos.
Fte.: C4IRSNET