El Presupuesto de Defensa alcanzará los 12.825 millones de euros en 2023, un presupuesto para la paz; impulso a las capacidades militares y a la Base Industrial y Tecnológica de la Defensa y el empleo.
El incremento previsto del presupuesto de Defensa permitirá, por una parte, mantener las capacidades operativas disponibles en la actualidad, así como adquirir nuevas capacidades y sustituir aquellas que vayan quedando obsoletas, lo que, unido a un incremento del adiestramiento de las unidades, facilitará mantener el nivel de operatividad necesario de las Fuerzas Armadas en su conjunto en el contexto de seguridad actual.
La dotación presupuestaria destinada a los programas especiales de modernización, un 72% más respecto a lo presupuestado en 2022, es un estímulo para las empresas que constituyen la Base Industrial y Tecnológica de la Defensa, una inversión en proyectos altamente tecnificados que contribuyen a la generación de empleo y a la cohesión territorial, ya que son desarrollados a lo largo de todo el territorio nacional. Así mismo, son proyectos destinados a inversión que modernizarán las Fuerzas Armadas e impulsarán el desarrollo de tecnologías duales, lo que supone invertir en I+D+i y en un sector de vanguardia.
Al mismo tiempo, estas inversiones tienen un importante efecto tractor sobre las empresas del sector Defensa, las industrias auxiliares y las PYMES que contribuyen a mantener la operatividad de nuestras Fuerzas Armadas, el desarrollo económico, el empleo y el tejido industrial de España. En definitiva, la industria de Defensa es esencial para el desempeño de las misiones atribuidas a las Fuerzas Armadas, quienes diariamente trabajan para contribuir a la paz y seguridad internacionales.
El Presupuesto de Defensa contiene 4.902 millones, destinados a inversiones de los programas especiales de modernización, que contribuirán a crear 22.667 empleos de forma directa o indirecta. Dicha cuantía sumada a los 7.923 millones, supone un aumento de las políticas destinadas a Defensa de un 25,8%, que permite avanzar hacia el compromiso alcanzado con la OTAN de destinar al gasto en Defensa el 2% del PIB en 2029.
Con el incremento del 25,8% en las políticas de Defensa se cumplirá con el objetivo de alcanzar el 1,2 % del PIB. Son proyectos tan relevantes para la economía y el empleo como, entre otros, el programa EF-2000 en Getafe; el programa A-400M que ha permitido contar con una línea de ensamblaje final en Sevilla; el programa S-80, en Cartagena; el programa BAM-IS en la bahía de Cádiz; los programas asociados F-110, en Ferrol o los programas asociados VCR 8×8, repartido entre Asturias, Sevilla, Guipúzcoa y Madrid.
NUEVOS PROGRAMAS
Pero además, conscientes de la importancia que tiene la Industria de Defensa en la economía nacional, se da paso a nuevos programas que destacan por su repercusión en el empleo, como el programa para el Avión Patrulla marítima MPA, el programa para los Buques hidrográficos o el programa para el Avión Vigilancia Marítima VIGMA, entre otros.
El presupuesto del Ministerio de Defensa para 2023, sin los programas especiales de modernización, se cifra en 7.752 millones, un 6,5% más que en el ejercicio 2022, alcanzando los 7.923 millones, un 8,5 % más que en este último ejercicio, si se incluyen los fondos europeos. La partida destinada a gastos de personal experimenta una subida del 6,2% respecto al presupuesto base del año 2022, con un incremento retributivo que va en la línea de la mejora salarial de hasta un 3,5 %, prevista para los empleados públicos en los presupuestos generales del Estado de 2023.