Un estudio internacional, dirigido por investigadores de la UNSW de Canberra, ha descubierto el secreto del vuelo hábil y consciente de los abejorros, que podría tener aplicaciones para la próxima generación de drones y vehículos autónomos.
El autor principal de la investigación, el Dr. Sridhar Ravi, de la Universidad de Canberra, estudió cómo los abejorros navegaron por un túnel con una serie de puertas con agujeros de diferentes tamaños. Las abejas pudieron volar con éxito a través de las aberturas, gracias a un notable sentido de su propio tamaño y a una percepción detallada de las aberturas de los obstáculos.
El Dr. Ravi dijo que al escanear la apertura, los abejorros pudieron pasar hábilmente por las puertas manipulando la velocidad de su aproximación y su postura, incluso volando de lado cuando el agujero era más pequeño que su envergadura. Un comportamiento que requería una conciencia de la forma y las dimensiones de su cuerpo en relación con las de los obstáculos, la primera vez que se ha visto tal evidencia en los invertebrados voladores.
«Investigaciones anteriores habían indicado que los procesos complejos, como la percepción del tamaño propio, eran impulsados cognitivamente y sólo estaban presentes en animales con cerebros grandes. Sin embargo, nuestra investigación indica que los insectos pequeños, con un cerebro aún más pequeño, pueden comprender su tamaño corporal y utilizar esa información mientras vuelan en un entorno complejo», dijo el Dr. Ravi.
Usando el ‘peering lateral’, un proceso en el que la abeja explora una característica, usando la percepción de profundidad y la conciencia espacial, los insectos construyen un mapa completo de la abertura y pueden cambiar la orientación de su cuerpo para caber a través del hueco, de forma similar a como los humanos rotan sus hombros para caber a través de una puerta estrecha.
«Nos sorprendió ver que en algunos casos, los abejorros se reorientaron de lado para volar a través de huecos que no podían intentar de frente. La destreza de estos insectos nos ha hecho pensar en qué otros comportamientos secretos de las abejas podríamos desbloquear», dijo el Dr. Ravi.
La investigación también sirve de inspiración para aplicar los atributos de los abejorros a la robótica con aplicaciones potenciales para la próxima generación de drones y la tecnología de vehículos autónomos para afrontar los retos de volar en condiciones reales.
«Los insectos son modelos fantásticos para los robots porque tienen cerebros extremadamente pequeños y sin embargo son capaces de realizar tareas muy complejas. Durante miles de años la naturaleza ha codificado los insectos con algunos atributos sorprendentes. Nuestro reto ahora es ver cómo podemos tomar esto y aplicar una codificación similar a los futuros sistemas robóticos, mejorando su rendimiento en el mundo natural», dijo el Dr. Ravi.
La investigación, publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America (PNAS), es una colaboración entre investigadores de la UNSW Canberra, la Universidad de Bielefeld, el Instituto Max Planck, la Universidad de Brown y la Universidad de California.
Fte. UAS Vision
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