Las modernas contramedidas contraminas ofrecen soluciones eficaces para hacer más seguras las rutas marítimas.
Las guerras han dejado las aguas llenas de artefactos explosivos. La adquisición e instalación de las minas puede costar tan sólo 3 dólares, pero el proceso de retirada puede costar hasta 1.000.
Causan graves problemas a nivel humanitario, político, económico y medioambiental. Las minas suelen colocarse para causar una destrucción masiva, pero en el mar la contaminación explosiva también se debe a las históricas campañas de bombardeos aéreos y navales que dejan dispositivos sin explotar y al vertido de municiones.
Las minas marítimas suponen una amenaza constante para los buques. En un ejemplo reciente, el 3 de octubre de 2020 el petrolero de transporte de crudo Aframax chocó con una mina marina que le hizo un agujero gigante en el casco. El derrame de petróleo de 100 km de largo que se produjo fue visible en las imágenes de satélite.
Los expertos del Center for American Seapower del Hudson Institute creen que China, Irán y Rusia pueden considerarse amenazas potenciales de minas. Para contrarrestarlo, las armadas comenzaron a desarrollar diversas plataformas de contramedidas.
Mientras que la US Navy y la Royal Navy han confiado tradicionalmente en aviones y barcos costosos y tripulados para la retirada de minas, están trabajando en tecnologías automatizadas y robóticas que podrían barrer, detectar y neutralizar los explosivos submarinos.
Sin embargo, existe la preocupación de que si la transición a estos sistemas no se gestiona bien, las armadas podrían correr el riesgo de perder sus capacidades de caza de minas a principios de la década de 2030. Exploramos las últimas tecnologías:
Sistemas de búsqueda de minas
Northrop Grumman fue la primera empresa que puso en el mercado la identificación electroóptica de minas. Además, desarrolló el primer sonar de apertura sintética de largo alcance, el primer buque de superficie no tripulado y buques submarinos no tripulados para la guerra contra las minas.
El último sistema de la empresa es el sistema de caza de minas AQS-24C. Se basa en el modelo anterior del fabricante, el AQS-24B, que la Armada estadounidense operó desde un helicóptero Sikorsky MH-53E y una plataforma USV.
El sistema de detección de minas aerotransportado de alta velocidad cuenta con un sonar de barrido lateral de alta resolución que permite detectar, localizar y clasificar en tiempo real las minas del fondo marino y las minas ancladas, con un alto índice de cobertura. Mediante un escáner de línea láser, el cazaminas permite una identificación óptica precisa.
El fabricante ha entregado un total de 31 sistemas AQS-24 a la US Navy y a la Marina japonesa.
La US Navy también emplea el sistema de sonar avanzado AN/AQS-20 de Raytheon, como parte del paquete de misiones de contramedidas de minas del Littoral Combat Ship. El cuerpo remolcado, ligero e hidrodinámicamente estable, se vale de cuatro sonares separados y algoritmos informáticos para proporcionar la detección y clasificación de minas submarinas en tiempo real, asistida por ordenador.
Las diferentes posiciones del sonar hacen que el AN/AQS-20 pueda detectar y clasificar las amenazas desde el fondo marino hasta cerca de la superficie. Los cuatro modos de funcionamiento que ofrece el sistema son: superficial de una sola pasada; profundo de una sola pasada; el modo de minas de volumen; y el modo de identificación.
La información precisa de localización y posición del AN/AQS-20 puede usarse en conjunto con sistemas de neutralización como el AN/ASQ-235 Airborne Mine Neutralization System o el Barracuda Expendable Mine Neutralizer.
Según Raytheon, los operadores pueden remolcar el AQS-20 a gran velocidad y en profundidad, localizar las minas y desplegar un Barracuda que nadará hasta el explosivo y lo neutralizará de forma autónoma.
La US. adquirió 40 unidades del sistema de Raytheon. Tanto el AQS-20 como el AQS-24 se integrarán en el vehículo común de superficie no tripulado de Textron, el USV de contramedidas de minas de la Armada, y serán remolcados por él.
USVs para la caza de minas
La Royal Navy cuenta actualmente con seis buques de clase Hunt y siete de la nueva clase Sandown de contramedidas de minas. Si las actualizaciones y reformas van bien, se espera que los buques estén operativos hasta principios de la década de 2030, pero la Armada necesita actualizar su capacidad de caza de minas.
El anuncio de información previa al contrato, publicado en junio del año pasado, indicaba que el Ministerio de Defensa del Reino Unido pretende adquirir tres buques de superficie sin tripulación (USVS) para llevar a cabo misiones de lucha contra las minas para el programa Hydrographic Capability Program.
Thales y L3 Harris construyeron y pusieron en servicio conjuntamente el USV Halcyon, una plataforma para probar y desarrollar nuevos conceptos de operación autónoma.
Thales también promete poner sobre la mesa una capacidad de guerra contra las minas totalmente autónoma, capaz de detectar, clasificar y destruir minas más rápidamente que cualquier otro dispositivo para la segunda mitad de esta década. El sistema contará con embarcaciones sin tripulación y un centro operativo portátil, desde el que se podrán planificar, ejecutar y supervisar completamente las operaciones de limpieza de minas.
La empresa está colaborando estrechamente con la Royal Navy en el diseño y desarrollo del proyecto. La solución se basa en una serie de componentes que han sido probados tanto individualmente como en conjunto.
La solución consta de uno o dos vehículos de superficie sin tripulación equipados con un sonar de apertura sintética remolcado, un sumergible sin tripulación para clasificar el hilo detectado y otro para eliminar el objetivo. Todas estas capacidades son impulsadas por un motor autónomo interactivo.
El otro USV que la Royal Navy probó durante su formación en sistemas autónomos marítimos en 2020 fue el ARCIMS, de 11 metros de longitud, fabricado por Atlas Elektronik UK. El ARCIMS, al igual que su homólogo de Thales, puede detectar y clasificar minas y otras plataformas de superficie y subsuelo. Puede funcionar de forma totalmente autónoma, por control remoto o con tripulación.
Fte. Naval Technology