Las caras del espionaje chino: El primer «Estado autoritario digital» del mundo

Los espías chinos son diferentes a los de la mayoría de los demás países ricos y desarrollados, en los que la mayoría de los espías están altamente capacitados, con algunos sirviendo bajo cobertura diplomática y otros operando bajo lo que la Comunidad de Inteligencia de EE.UU. llama Cobertura No Oficial (NOC).

Las operaciones de inteligencia china son las primeras en los tiempos modernos en emplear, como base, a toda la sociedad. Debido a esto, las tácticas de espionaje de China son a veces poco refinadas, operando poco en la forma del espionaje estándar, (comunicación encriptada, «dead drops», etc.) confiando a cambio en un volumen abrumador de operaciones de espionaje, llevadas a cabo por todo tipo de ciudadanos, y en una especie de impunidad inherente a la falta de una sanción sustantiva cuando un agente chino es descubierto. Un estudio que recientemente publiqué, analizo 595 casos de esfuerzos de obtención de inteligencia autorizados e instigados por el Partido Comunista Chino.

Beijing ha evolucionado para convertirse en el primer «estado autoritario digital» del mundo. Su creatividad y capacidad para combinar todos los elementos del «poder social», incluyendo el espionaje, el control de la información, la política industrial, la coerción política y económica, la política exterior, la amenaza de la fuerza militar y la fuerza tecnológica, desafía el orden internacional basado en reglas.

Casos recientes de espionaje chino como Kevin Mallory, Edward Peng, Ron Rockwell Hansen y Dickson Yeo muestran mejoras en el manejo de los activos de inteligencia.

Mi estudio, A Series on Chinese Espionage – Vol. 1 Operations and Tactics descubre, capa por capa, el aparato de espionaje chino en EE.UU., encontrando una creciente audacia. La voluntad de emplear a personas normales con poca o ninguna formación implica un fracaso de la organización, y también la misma falta de coordinación que ha plagado una infraestructura de inteligencia china, que ha sido purgada a través del cambio de régimen, esta estrategia operativa de toda la sociedad marca una salida audaz para una comunidad de inteligencia que ha sido históricamente un sosias de la CIA americana, el MI6 británico y la SVR rusa.

Hallazgos del análisis

Del estudio surgieron patrones que indicaban qué tecnologías e información estaban en el punto de mira. Pueden agruparse en categorías claras que, por cierto, se alinean con la política industrial «Made in China 2025» del PCC, los objetivos de la ciencia y la tecnología espaciales para 2050 y el 13º Plan Quinquenal de Beijing.

Los principales documentos de política china esbozan objetivos de información basados en las lagunas identificadas en el aparato tecnológico, comercial y militar chino, que se convierten en la base de los objetivos tecnológicos estratégicos nacionales. Los objetivos nacionales de información tienen una fuerte correlación con sus actividades de espionaje, lo que refleja una congruencia entre los objetivos operativos públicos y encubiertos de China.

De los 595 casos examinados, 435 casos tienen por objeto tecnologías o información identificadas en los objetivos de información de los documentos de política china. El análisis identifica además un énfasis desproporcionado en la tecnología aeroespacial (116 casos) y la tecnología de la información (113 casos).

El marco jurídico de China apoya el espionaje

El espionaje chino hace hincapié en el desarrollo de las industrias de China y el robo de la riqueza extranjera. Para ello, el Estado chino emplea a agencias gubernamentales, organizaciones, entidades comerciales, empresarios individuales, expatriados chinos, investigadores chinos y extranjeros para alcanzar sus objetivos de espionaje.

La mayoría de los operativos chinos en el extranjero trabajan bajo uno de los siguientes:

• Oficina de Inteligencia Conjunta de la Comisión Militar Central (CMC).
• El Ministerio de Seguridad del Estado, el principal servicio de inteligencia civil de China.
• Empresas de Propiedad Estatal (SOE). Alrededor del 23 por ciento de todo el espionaje analizado en este informe es cometido por empleados de estas entidades pseudo-comerciales.

China obliga a sus ciudadanos a divulgar los secretos comerciales y a cumplir con los esfuerzos de obtención de información. El gobierno y el partido chino amenazan a sus ciudadanos con severos castigos si no colaboran con los esfuerzos de espionaje, cuando el estatus y/o el dinero no los convencen de cumplir. La forma predominante de la práctica comercial china emplea a los empleados de la empresa para acceder a tecnología y secretos comerciales restringidos. Se estima que hay al menos 500 programas de talento chino diseñados para reclutar a expertos académicos y profesionales de Occidente para recoger información y tecnología para servir al desarrollo nacional de China.

Impacto del espionaje chino en los intereses americanos

Lo amplio que puede ser el espionaje chino es una tarea casi imposible de estimar sin acceso a más datos, pero está claro que China está erosionando rápidamente la ventaja de EE.UU. en tecnología aeroespacial. Además, compromete la confianza de EE.UU. en la capacidad espacial para las comunicaciones, la fuerza económica, la seguridad y la resistencia de las infraestructuras críticas, así como nuestra capacidad para proyectar el poder militar a nivel mundial.

El impacto financiero del robo de la propiedad intelectual es más fácil de estimar. Las pérdidas anuales para EE.UU. por el robo de propiedad intelectual de China se estiman en 360.000 millones de dólares. El director del FBI ha declarado públicamente que la oficina abre un nuevo caso de contrainteligencia que involucra a China cada 10 horas.

La respuesta de Estados Unidos a China se ha vuelto cada vez más polémica bajo la administración Trump, ejemplificada por el paro de la tecnología Huawei, y la censura de las populares aplicaciones controladas por China Tik-Tok y WeChat.

Los temas que he examinado aquí se refieren sólo a las operaciones de espionaje relacionadas con EE.UU., lo que obviamente, es sólo uno en un panorama internacional de países de tecnología avanzada que tratan de rechazar los esfuerzos de espionaje de China. Una pregunta importante surge al considerar este análisis: ¿Los 595 casos descubiertos de espionaje chino representan el 90 o el 10 por ciento del total?

Fte. Breaking Defense