Las ambiciones de Trump fracturan a Occidente

trumpCuando toda la comunidad internacional esperaba que la primera prioridad del presidente electo estadounidense, Donald Trump, iba a ser poner fin a la guerra de Ucrania y solucionar el laberinto bélico de Oriente Medio, antes de tomar posesión de su nuevo mandato el próximo 20 de enero, nos asombra con sus apetencias expansionistas hacia Groenlandia, Canadá y Panamá, poniendo en cuestión la unidad occidental y el tradicional y estrecho vínculo transatlántico con sus aliados europeos, especialmente, justificándolo por ser un problema de seguridad nacional.

Lo razonable, desde el punto de vista geopolítico y de seguridad internacional, debiera ser que Trump estrechara sus vínculos con los países democráticos y aliados occidentales al objeto de liderar el bloque de países democráticos para hacer frente al bloque de países revisionistas que pretenden cambiar el sistema mundial establecido por Estados Unidos, desde el final de la IIGM, encabezados por China, Rusia e Irán, e instaurar un sistema autocrático-comunista represivo sin libertades y sin respeto a los derechos humanos.

Asimismo, también resulta cuanto menos descabellada e irresponsable, declarar estas ambiciones geopolíticas en línea con la teoría del espacio vital de Ratzel, totalmente denostada por toda la sociedad mundial, que resultan contrarias al derecho internacional, y principalmente, al principio de la inviolabilidad de las fronteras, poniéndose a la altura del presidente ruso, Vladimir Putin, cuando invadió Ucrania el mes de febrero de 2022.

Si Estados Unidos ha encontrado que tiene amenazas o desafíos a su seguridad nacional, de carácter existencial, y necesita un apoyo de la comunidad mundial y, particularmente, de sus aliados europeos, parece lógico que su forma de actuar debiera haber sido dialogar con sus aliados para buscar una solución acorde con los principios y valores de Naciones Unidas.

En unos momentos cruciales en los que se está hablando en la mayor parte de los medios de los actores internacionales que pueden protagonizar el nuevo orden mundial que se avecina, donde existe una rivalidad geoestratégica feroz, entre las dos superpotencias Estados Unidos y China, cada una de ellas apoyada por los citados actores según corresponda a sus propios intereses, lo más lógico y prudente hubiera sido estrechar las relaciones y los vínculos con sus aliados al objeto de conformar un bloque democrático coherente, sólido y eficiente.

GD (R) Jesús Argumosa Pila
Asociación Española de Militares Escritores

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General de división (R). Jefe de la Escuela de Altos Estudios de la Defensa (EALEDE) del CESEDEN de 2005 al 2009