La Armada estadounidense está desarrollando una estación de carga subacuática para sus vehículos submarinos no tripulados. La tecnología, que elimina los cables, hará que sea más fácil para los drones recargarse en el mar.
La tecnología de carga inalámbrica, también conocida como tecnología de carga inductiva, fue pionera comercialmente para teléfonos inteligentes y tabletas. Se trata simplemente de colocar el teléfono en una alfombra de carga plana. Los cargadores inalámbricos emiten un campo magnético alterno, que induce una corriente alterna en una bobina del receptor en el dispositivo. Sin embargo, la carga inalámbrica no se ha hecho universal, en parte debido a su relativa lentitud frente al uso de un cargador con cable.
En este tiempo, la Navy ha impulsado el empleo de vehículos submarinos no tripulados; los robots con apariencia de torpedo se están desarrollando para cumplir una variedad de tareas, como el reconocimiento, la lucha contraminas, la cartografía del fondo del océano, y la guerra anti-submarina. Alimentados eléctricamente, son silenciosos y pueden navegar a grandes distancias de su nave nodriza.
El problema es que a un robot flotante le resulta difícil sumergirse para conectarse a una estación de carga en el mar, lo que significa que un drone marítimo necesita volver a la base sólo para que un humano pueda conectarlo a una estación de carga.
La solución es hacer estaciones de carga inalámbricas, en las que el robot tenga simplemente que posarse para recargarse. Esto eliminaría la presencia de los seres humanos totalmente, permitiendo que las estaciones de carga sean desplegadas en las áreas remotas donde los UUVs operan.
Hace varios años, tuvo lugar una prueba de concepto el Space and Naval Warfare Systems Center en el Pacífico, cuando el ingeniero Wayne Liu cargó su propio teléfono celular, sellado en una bolsa de plástico en un cojín inalámbrico, varios pies bajo el agua. El experimento funcionó y el teléfono celular de Liu recibió energía eléctrica. En julio, científicos e ingenieros del Naval Surface Warfare Center pudieron transferir 2 kilovatios de electricidad desde una estación de carga inalámbrica submarina a una sección de un Vehículo de Investigación Autónoma de la Armada. Algún día pronto, tal vez los drones sean capaces de abastecerse de energía de esta manera.
Fte.: Popular Mechanics