- Ingenieros de la NASA han comenzado a probar una red de sensores terrestres para poder recopilar datos acerca de un taxi aéreo experimental, que evaluará la posibilidad de integrar de forma segura este tipo de vehículos en el espacio aéreo de las ciudades y en cualquier tipo de clima. Los investigadores emplearán estas pruebas para poder mejorar las herramientas que prestarán apoyo en las operaciones de prevención de colisiones y aterrizaje, además de garantizar operaciones de taxis aéreos seguras y eficientes en diversas condiciones climáticas.

Las pruebas observarán la capacidad del viento de la propia aeronave para influir en el vuelo
Durante muchos años, la NASA ha estudiado cómo el viento, moldeado por el terreno, incluyendo a su vez los edificios en zonas urbanas, puede influir en el vuelo de estos nuevos tipos de aeronaves. La última prueba realizada por los investigadores de la NASA, recoge datos sobre una aeronave de demostración de la compañía aérea Joby Aviation que analiza otro tipo de viento: el que se genera por la propia aeronave.
Joby voló su demostrador de taxi aéreo sobre un conjunto de sensores terrestres de la NASA, cerca del Centro de Investigación de Vuelo Armstrong en California, generando datos sobre el flujo del aire. La aeronave Joby posee seis rotores que permiten despegues y aterrizajes verticales y que se inclinan para proporcionar sustentación durante el vuelo. El equipo de la NASA se centró en el aire que impulsan las hélices de la aeronave, que se enrolla formando patrones de viento turbulentos y circulares.
Este viento circular puede influir en el rendimiento de la aeronave, en especial cuando se encuentra cerca del suelo, así como a otras aeronaves que vuelen próximas e incluso a las personas en tierra. Esta turbulencia eólica es muy complicada de medir, y es por lo que la NASA ha mejorado sus sensores con un nuevo tipo de lidar que puede mapear las formas y características del viento para evitar que afecten a las aeronaves.
“El diseño de este nuevo tipo de aeronave, junto con la tecnología lidar de la NASA durante este estudio, garantiza una mejor comprensión de los posibles efectos del viento y la turbulencia que pueden influir en vuelos seguros y eficientes”, dijo Grady Koch, líder del proyecto de investigación de la NASA en Virginia.
Datos para mejorar el seguimiento de aeronaves
La NASA también instaló un segundo conjunto de nodos terrestres, que incluye radar, cámaras y micrófonos, en la misma ubicación que los sensores para proporcionar datos adicionales sobre la aeronave. Estos nodos recopilarán datos de seguimiento durante los vuelos rutinarios de la aeronave durante varios meses. La agencia utilizará los datos recopilados de estos nodos terrestres para demostrar las capacidades y funciones de seguimiento de su tecnología de “detección distribuida”, que implica la incorporación de múltiples sensores en un área donde operan aeronaves.
Esta tecnología es de vital importancia para los futuros vuelos de taxi aéreo, con especial importancia a los que se realizan en ciudades, ya que realizará el seguimiento de aeronaves que se desplazan por correderos de tráfico y zonas de aterrizaje. La detección distribuida posee el potencial de mejorar los sistemas anticolisión, la gestión del tráfico aéreo y los sensores de aterrizaje además de más sistemas integrados en las aeronaves.
«Nuestro trabajo inicial es una red distribuida de sensores, y a través de su estudio, nos da la oportunidad de probar nuevas tecnologías que algún día puedan ayudar en el monitoreo del espacio aéreo y la prevención de colisiones sobre las ciudades«, dijo George Gorospe, líder de estas pruebas con tecnología distribuida en el Centro de Investigación Ames de la NASA en California.
Empleando estos datos recogidos en un taxi aéreo experimental, la NASA seguirá desarrollando la tecnología necesaria para crear vuelos más seguros en zonas de alto tráfico. Tanto las pruebas sobre el viento, como sobre el funcionamiento de la detección distribuida, beneficiarán a las empresas que trabajan para que los taxis aéreos y los drones operen de forma segura en el espacio aéreo. De esta forma la NASA busca proporcionar información para guiar la implementación de taxis aéreos eléctricos y drones en las ciudades.