Tal y como ha anticipado APTIE, la ministra de defensa en funciones Margarita Robles, junto a sus homologas de Alemania, Ursula von der Leyen y de Francia, Florence Parly, con la presencia del presidente de la Republica de Francia, Emmanuel Macron, acaba de estampar su firma en el documento que da luz verde al comienzo en firme del desarrollo del FCAS, un ambicioso proyecto que pretende poner a punto un sistema de defensa que integre las capacidades de un nuevo avión de combate (NGWS) drones, satélites, aeronaves dotadas de radar, carros de combate y barcos de guerra.
Juan Pons
La ceremonia ha tenido lugar a las 10:45 horas de hoy lunes, 17 de junio, delante de la maqueta a tamaño real del avión de combate que será el eje del sistema FCAS que se encuentra en el stand al aire libre de la zona expositiva reservada para Dassault Aviation, la compañía francesa que ejercerá de contratista principal y cuyo aliado es Airbus Defence and Space GmbH de Alemania.
Tras la firma del acuerdo marco y acompañada por el secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, y el Jefe del Estado Mayor del Aire, general Javier Salto, la ministra ha presenciado junto a las máximas autoridades francesas la exhibición aérea que han efectuado las principales aeronaves del Ejército del Aire francés, así como de los aviones comerciales que se fabrican en la líneas de producción de Airbus en Francia.
A continuación, el séquito encabezado por Robles ha visitado el pabellón nacional de España en Le Bourget 2019, en donde se congregan la mayor parte de las 40 compañías nacionales que asisten al salón aeroespacial de París, el más importante del mundo.
El acuerdo marco franco-germano-español pone en marcha un programa de cooperación europeo fundamental cuya finalidad es poner a punto un completo sistema que sea el relevo en el horizonte de 2040 del Rafale en servicio en Francia y de los Eurofighter 2000 de España y Alemania.
Alemania y Francia van a invertir de inmediato 150 millones de euros en el denominado “Estudio de Concepto Conjunto”, que debe definir la arquitectura del futuro sistema de avión de combate europeo y que incluye diferentes paquetes de trabajo de actividades de I+D de los demostradores tecnológicos.
Aunque la contribución española al citado estudio no se ha hecho pública, la titular española de la cartera de defensa ha destacado que “en este proyecto es muy importante estar presente desde el principio” y que “España va a participar en el 33 % de los proyectos tecnológicos al igual que sus socios”.
Según resalta el ministerio de Defensa español, el programa FCAS es una “oportunidad única para garantizar las capacidades de nuestras Fuerzas Armadas, impulsar la política europea de seguridad y defensa, y desarrollar capacidades industriales y tecnológicas de la Base Industrial Europea, que dotarán a España y a Europa de la cada vez más necesaria soberanía e independencia”.
El hecho de que la industria española participe en el FCAS desde sus orígenes “es relevante en todo el ciclo de vida del nuevo avión”, a lo que se añade poder adquirir tecnologías de utilidad para otros sectores industriales.
En coordinación con los ministerios de Ciencia, Innovación y Universidades y de Industria, Comercio y Turismo, el ministerio de Defensa está en proceso de elaborar un Plan Industrial y Tecnológico específico para el FCAS cuyo objetivo es conocer y maximizar la generación de capacidades industriales y tecnológicas nacionales que puedan permitir a la industria nacional “influir en todos los desarrollos”, asegura Defensa.
Las fuerzas aéreas de los tres países inicialmente implicados aspiran a que el primer avión demostrador pueda estar listo en 2026, todo un reto para la industria europea.
El Reino Unido e Italia están comprometidos en el Tempest, el programa competidor que auspician BAE Systems y el grupo italiano Leonardo.