La cuestión de cómo hacer uso inteligente y selectivo de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático y la autonomía persiste en un momento en el que los avances tecnológicos se suceden con rapidez.
El reto consiste en emplear estos avances de forma que promuevan la seguridad y la tranquilidad en lugar de obstaculizarlas. La época en que la capacidad nuclear de un estado era el factor más importante para determinar su importancia mundial ha pasado inevitablemente a la historia. En la era moderna, el auge de la IA ha trastornado irremediablemente los cálculos establecidos de proyección de poder e influencia. Del mismo modo, la IA se ha incorporado al campo de la tecnología militar debido a los cambios revolucionarios que ha introducido en los sistemas militares actuales. Ha supuesto un cambio de paradigma al permitir mayor precisión, mejorar las capacidades de recopilación de inteligencia, mejorar los sistemas de detección y mejorar las capacidades de reconocimiento/visión de objetivos. Ha demostrado ser inestimable en el campo del engaño, proporcionando a los ejércitos mayor eficacia operativa en entornos Anti-Acceso/Denegación de Área (A2/AD). La IA constituye un pilar crucial para el orden mundial emergente, además de señalar el fin de las fuentes tradicionales de poder.
Por ello, Estados Unidos, Rusia, China, Francia y la India se encuentran entre las principales potencias geopolíticas que están explorando y desplegando fervientemente tecnologías de IA en el ámbito de sus marcos militares, a pesar de los riesgos éticos, operativos y estratégicos que se derivan de la proliferación de aplicaciones militares de la IA. En concreto, la dinámica de la antigua rivalidad de la India con Pakistán podría cambiar como resultado de sus actuales esfuerzos por transformarse en una superpotencia. El sistema de mando y control nuclear de Pakistán emana un aura de confianza. Sin embargo, se ve obligado a realizar un profundo examen de conciencia para mantener su relevancia en el panorama geopolítico actual a la luz de los asertivos avances de la India en materia de IA. La Iniciativa del Presidente para la Inteligencia Artificial y la Computación (PIAIC, por sus siglas en inglés) tiene como objetivo fomentar la iniciativa empresarial nacional, la investigación y las oportunidades educativas en campos como blockchain, IA y computación en la nube. Paralelamente, el gobierno de Punjab lanzó la Iniciativa Nacional para la Inteligencia Artificial y la Seguridad (NIAIS) en 2019.
Así, al cerrar la brecha entre las necesidades del mercado laboral y el sistema educativo, esta iniciativa también considera las implicaciones para las capacidades de defensa de la nación. Estas iniciativas, PIAIC y NIAIS como ejemplos, subrayan los esfuerzos progresivos de Pakistán por impulsar un renacimiento impulsado por la tecnología. Es importante destacar que estas iniciativas van más allá de los simples proyectos de adquisición de competencias; hacen hincapié en la necesidad de inversiones sostenidas en instituciones académicas, centros de investigación y proyectos de asociación con organizaciones nacionales e internacionales para crear un ecosistema de IA dinámico y sostenible.
Por otra parte, en términos de tácticas militares modernas, la India ha incorporado sin problemas la IA a diversas plataformas de alta tecnología, como vehículos aéreos no tripulados (UAV), sistemas de armas autónomas letales (LAWS), sistemas de defensa antimisiles, submarinos y aviones. La capacidad de la IA para usar conjuntos de datos masivos, que alivia las limitaciones de recursos humanos y capacidades, ha reforzado aún más esta convergencia estratégica. La IA también ha provocado un cambio sísmico en los procesos de toma de decisiones, que los ha acelerado enormemente al tiempo que ha reducido la necesidad de intervención humana.
Esta ansiedad proviene del conocimiento de que los sistemas de misiles y las plataformas de satélites con IA tienen la capacidad de visualizar, rastrear y llevar a cabo con éxito ataques de precisión contra los objetivos previstos. Las tecnologías antisubmarinas y las tácticas de enjambre apoyadas en la IA tienen la capacidad de identificar y atacar eficazmente a los submarinos, socavando la estabilidad de la disuasión. La superioridad de India en capacidades de guerra antisubmarina podría, al mismo tiempo, reforzar significativamente su posición estratégica.
Por último, es axiomático que la tecnología en sí misma no posee ni bondad ni malicia inherentes; más bien, la forma en que se aplica en los sistemas de armamento nuclear determina si refuerza o debilita el sistema de disuasión. Tomemos como ejemplo la «IA» en el contexto de los juegos de guerra. Dado que nunca se ha producido una conflagración nuclear, todas las teorías sobre cómo podría desarrollarse la dinámica de la escalada en un escenario de crisis o de guerra siguen sin ponerse a prueba en el campo de la estrategia nuclear. Para simular el desarrollo de un conflicto o una crisis nuclear, habría que introducir datos en un sistema de IA, lo que supondría todo un reto. Sin embargo, los beneficios de la IA van más allá de los límites de los juegos de guerra. En todos los aspectos de las complejas arquitecturas de disuasión, especialmente dado su potencial para mejorar significativamente las capacidades ISR (inteligencia, vigilancia y reconocimiento). La incorporación de la IA a los sistemas de armas nucleares tiene el potencial de mejorar la precisión y los tiempos de respuesta, mejorando en última instancia la eficacia de los sistemas estratégicos ofensivos y defensivos. Los efectos relacionados con la estabilidad estratégica podrían tomar un cariz positivo o negativo.
Fte. Modern Diplomacy (Nadir Ali)
Nadir Ali colabora con el Institute of Strategic Studies Islamabad (ISSI). Ha escrito para Pakistan Today, Pakistan Observer, Global Affairs y otras muchas editoriales.