Un programa piloto de un año de duración, analizará si la Inteligencia Artificial (IA) puede predecir cuándo se averiarán piezas en los vehículos de combate Bradley.
Entrar en combate ya es duro, pero lo último que se desea en el campo de batalla es que tu equipo se averíe, especialmente algo tan crítico como el vehículo que te transporta.
Por ese motivo, el Ejército gasta millones de dólares cada año, asegurándose de que sus vehículos de combate están listos para la acción. Por eso, los responsables piensan que la inteligencia artificial podría hacer el mantenimiento más efectivo, al reducir los costes y dar a los comandantes un conocimiento mejor de sus flotas.
El mes de julio pasado, el Ejército inició un programa piloto con Uptake, una startup de tecnología industrial con sede en Chicago, para probar si la plataforma de IA de la compañía puede predecir cuándo se averiarán los componentes del vehículo de combate Bradley M2A3. Si el programa tiene éxito, el Ejército podría finalmente escalar la tecnología a los miles de Bradley que opera en todo el mundo.
Los costos de mantenimiento son una de nuestras mayores preocupaciones en el Ejército con respecto a la sostenibilidad de la flota», dijo el Chief Warrant Officer Jason Sibley, asesor técnico de mantenimiento para vehículos blindados de combate. «Estamos haciendo todo lo que podemos para asegurarnos de que los ejércitos reciban el mejor apoyo posible… así que dada la oportunidad que tenemos de ahorrar costes en lo que respecta al mantenimiento de la flota, [la inteligencia artificial] la queremos estudiar».
Uptake ganó en julio el contrato de 1 millón de dólares a través de la Unidad de Innovación de Defensa, un programa del Pentágono. Bajo el acuerdo, Uptake desplegará su software en 32 Bradleys estacionados en Fort Hood en Texas y trabajará para predecir cuándo se necesitarán reparaciones futuras y optimizar el tiempo de mantenimiento general.
El software de la compañía, que ya es utilizado por gigantes industriales como Caterpillar y Berkshire Hathaway Energy, recopila los datos de las computadoras de diagnóstico a bordo de los Bradley, así como información sobre el mantenimiento previo, para determinar cómo se comportan piezas específicas a lo largo del tiempo, dijo el Director Federal y de Defensa de Uptake, Trey Clark, en una conversación con Nextgov.
El programa puede entonces comparar esa información con un conjunto de datos históricos de la máquina, para estimar cuánto tiempo durará un componente específico y alertar a los técnicos de cuando necesita mantenimiento.
También podría evitar que el Ejército realice trabajos innecesarios de mantenimiento preventivo, ahorrando tiempo y dinero, porque actualmente, el Ejército gasta 58,6 millones de dólares al año, para operar y mantener su flota de Bradley M2A3, según datos proporcionados por Sibley. Eso se desglosa en aproximadamente 47,000 $ por vehículo, o alrededor de 160 $ por cada milla conducida.
Gran parte de este coste se debe a las rigurosas normas de mantenimiento que mantiene el Ejército. Cada Bradley está sujeto a revisiones de mantenimiento semanales, inspecciones trimestrales, semestrales y anuales más intrusivas, dijo Sibley a Nextgov. Pero usando el software de Uptake, los técnicos podrían tener mejor idea de qué componentes necesitan sustituirse y a cuáles les queda más vida.
«Lo que no queremos hacer es gastar mucho dinero en cambiar piezas que podrían durar más», dijo Sibley. «Siempre estamos buscando oportunidades para determinar y validar si el mantenimiento que realizamos actualmente es el correcto. ¿Podrían las normas de mantenimiento relajarse con seguridad un poco?»
Durante el programa piloto, Uptake sólo analizará un puñado de los componentes de los Bradley, dijo Sibley. Aunque se negó a estimar el potencial de ahorro que aportaría la IA de Uptake, dijo que el Ejército está particularmente interesado en su uso en la » electrónica sofisticada » y otros artículos de alto valor.
Además del mantenimiento general, el programa informático también podría proporcionar a los comandantes sobre el terreno, una comprensión profunda de los puntos fuertes y débiles de los vehículos de que disponen. Imagine que un comandante está planeando una misión peligrosa que requiere tres Bradley y dispone de 10 para elegir. Este comandante seleccionaría vehículos, basándose en la intuición y en información potencialmente anticuada, dijo Clark, pero con datos diagnósticos en tiempo real, escogería los que realmente estuviaran en mejores condiciones.
«Ser capaz de proyectar[diagnósticos] directamente al comandante y darle una visión operativa para tomar decisiones con respecto a su flota, sería algo definitivamente nuevo y que estamos deseando», dijo Sibley.
El programa piloto concluirá dentro de aproximadamente un año, momento en el cual el Ejército determinará si escalar el programa para cubrir más componentes o vehículos, agregó.
Fte. Nextgov.com