Una prueba en tierra realizada con éxito, ha llevado a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos a dar un gran paso hacia la colocación de láseres antimisiles en sus aviones.
Durante la prueba, un láser terrestre derribó «varios» misiles en vuelo durante una prueba realizada el 23 de abril en el campo de tiro de misiles de White Sands en Nuevo México, según informaron las autoridades de la Fuerza Aérea. Dirigida por el Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea (AFRL, por sus siglas en inglés), la prueba formó parte del programa Self-Protect High Energy Laser Demonstrator, o SHiELD, un programa destinado a proteger a las aeronaves del ataque de misiles que se acercan a las mismas.
Los oficiales de la AFRL dijeron que razones de seguridad les impiden decir cuántos misiles fueron derribados en la prueba.
El láser que el laboratorio de la Fuerza Aérea usó para la prueba era terrestre y pesado. «El sistema SHiELD final, sin embargo, será mucho más pequeño y ligero, así como robusto, para un entorno aéreo», dice una declaración del AFRL. Las pruebas en vuelo están planeadas para el año fiscal 2020. La Fuerza Aérea contrató al fabricante de armas Lockheed Martin para construir el láser en 2017.
Los ejércitos ya han probado láseres terrestres y basados en barcos contra drones atacantes; a un dólar por disparo, se espera que los láseres antidrone se conviertan en una defensa rentable contra los enjambres no tripulados del mañana. Pero derribar misiles es más difícil. Se mueven mucho más rápido que los drones. Además, es un gran desafío técnico reducir el tamaño de un sistema láser con la capacidad de derribar un misil, a un paquete que pueda caber en un avión y evitar que el calor residual fría todo a bordo.
No es la primera vez que el Pentágono lo intenta. En 2010, la Fuerza Aérea montó y disparó un láser químico de megavatios a bordo de un Boeing 747 modificado. Pero los láseres químicos son inestables y peligrosos en comparación con los láseres de estado sólido modernos. Otro enfoque es el uso de láseres para cegar a los misiles entrantes en lugar de dañarlos físicamente; el contratista de defensa israelí Elbit Systems comercializa láseres aerotransportados que hacen esto para proteger a los aviones de los misiles disparados desde el hombro.
Mientras que el AFRL trabaja en el SHiELD, cuyo objetivo es detener los misiles antiaéreos tierra-aire y aire-aire, la Agencia de Defensa contra Misiles está tratando de averiguar si un láser de alta energía montado en un F-35 podría desactivar a los ICBMs. Los resultados de los estudios iniciales se esperan para más adelante en este año.
Fte. Defense One