Tras numerosos retrasos, Estados Unidos está a punto de suministrar un sistema de misiles Patriot a Ucrania. Anteriormente, se había mostrado reacio a suministrar estos sistemas a Ucrania por la posibilidad de una escalada de la tensión con Rusia, así como por el coste y los requisitos operativos del sistema. En las últimas semanas, Rusia ha intensificado su campaña ofensiva contra Ucrania, bombardeando ciudades clave con misiles y destruyendo infraestructuras críticas, como elementos de la red eléctrica, dejando ciudades como Odessa sin electricidad durante días, lo que ha aumentado la motivación para suministrar estos sistemas.
Desde el 10 de noviembre, Rusia ha lanzado más de 1.000 ataques con misiles y aviones no tripulados, aunque los ucranianos afirman haber derribado el 85% de los ataques, cifra confirmada por funcionarios occidentales. Aunque sólo el 15% de los ataques logran atravesar la defensa antiaérea existente, los restantes suponen un grave problema para el país. Los ataques se dirigen principalmente contra infraestructuras civiles vulnerables, lo que significa que un ataque puede inutilizar el suministro de energía de una gran región del país. Un sistema Patriot bien colocado tiene el potencial de combatir este 15% restante.
La principal desventaja del sistema de defensa antimisiles Patriot, y uno de los principales factores que explican la reticencia de Estados Unidos a suministrarlo, es su elevado coste operativo, que con 4 millones de dólares por disparo no resulta rentable cuando se dispara contra drones o municiones merodeadoras que pueden costar tan sólo 50.000 dólares cada una. Además, el sistema tiene importantes requisitos de dotación, ya que necesita hasta 90 operadores cualificados para estar en servicio constantemente. Las fuerzas ucranianas tendrán que ser adiestradas para el empleo de estos sistemas, y aunque los aliados de Ucrania han sido capaces de acortar los tiempos de entrenamiento para otros sistemas, esto seguirá retrasando el tiempo necesario para desplegar el Patriot.
El uso de este sistema tendrá importantes beneficios para los ucranianos, al proporcionarles mejores capacidades defensivas contra misiles balísticos y aeronaves en particular. Aunque como su uso contra misiles balísticos y aeronaves será más rentable, los ucranianos tendrán que utilizar otros sistemas que ya poseen para proteger mejor los recursos clave, así como para combatir diversas amenazas, incluidos los económicos drones comerciales. La incorporación del sistema Patriot a los sistemas ya existentes proporcionará a Ucrania una red de defensa aérea multicapa para proteger las infraestructuras y otros objetivos civiles.
Dado que los misiles de crucero lanzados desde el aire han desempeñado un papel importante en la invasión rusa de Ucrania, el sistema Patriot podría emplearse para atacar bombarderos de largo alcance, lo que supondría una nueva y grave amenaza para la aviación rusa. Según la Fuerza Aérea Ucraniana (UAF), aviones Tu-95 y Tu22M3 han llevado a cabo ataques en las últimas ofensivas, atacando desde la base aérea de Engels en Rusia, que fue objetivo de ataques de drones ucranianos en las últimas semanas. Según Ucrania, los misiles empleados en esos ataques recientes incluyen el Kh-55 y el Kalibr, que tienen un alcance de 2.500 km y 1.500 km respectivamente, lo que significa que pueden lanzarse desde el interior de Rusia para atacar objetivos ucranianos.
La presencia del sistema Patriot supondría un importante objetivo para Rusia, que ya ha comentado que el Patriot sería un «objetivo legítimo» para los ataques, y ha indicado que la entrega del sistema se consideraría una escalada. El sistema no cambiará las reglas del juego en el conflicto ucraniano; sin embargo, mantendrá el statu quo en términos de dominio aéreo e impedirá que Rusia se haga con mayor control del espacio aéreo, un objetivo clave para las fuerzas ucranianas. Rusia ha realizado importantes esfuerzos en las últimas semanas para erosionar las defensas aéreas ucranianas, y aunque este sistema contribuirá en cierta medida a mitigarlo, Ucrania también tendrá que tomar decisiones estratégicamente críticas sobre dónde desplegar el sistema para maximizar su eficacia.
Fte. Army Technology