La Armada rusa está potenciando, modernizando y renovando algunos de sus enormes, aunque algo anticuados, cruceros de la época de la Guerra Fría, armándoles con misiles interceptores avanzados, defensas navales cercanas, defensas aéreas de mayor alcance actualizadas e integradas en el buque e incluso armas hipersónicas.
Modernización del Admiral Nakhimov
Armar un crucero con misiles hipersónicos supondría un avance sustancial a la hora de aumentar y actualizar la potencia de fuego ofensiva del crucero ruso de la era de los años 80, el Almirante Nakhimov. Un interesante artículo de la revista Forbes afirma que el buque ruso es «casi tan grande como los cruceros americanos de la clase Iowa» y que se convertiría en el «combatiente de superficie más poderoso del mundo».
¿Qué podría hacerlo tan poderoso? Depende del alcance de las actualizaciones, y en particular de la medida en que incorporen cada vez más el procesamiento informático de alta velocidad, la creación de redes de sensores de largo alcance y el nuevo «control de fuego». Si estos sistemas se incorporan, un buque actualizado y fuertemente armado representaría realmente una amenaza masiva para las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN.
Mejoras en el armamento
El Admiral Nakimov está siendo mejorado con la instalación de misiles Fort M adaptados al buque, la mejora de las defensas antiaéreas del tipo S-300, misiles de ataque terrestre, cañones AK 192, defensa cercana y nuevas armas antisubmarinas.
Según el informe de Forbes, el crucero está dotado de un gran número de armas adicionales, entre las que se incluyen 20 misiles supersónicos Granite.
El buque también está armado con 40 misiles de corto alcance 9K33 Osa y hasta 96 misiles de largo alcance S-300. También es importante destacar el sistema de armas de proximidad Kashtan, dotado de cañones Gatling y de ocho misiles de corto alcance 9M322.
Comparaciones con los destructores de la marina estadounidense
Todo esto plantea interesantes preguntas sobre cómo este tipo de armamento podría competir con destructores fuertemente armados de la Armada estadounidense. ¿Podrán estos misiles interceptores, tanto de corto como de largo alcance, rivalizar con los SM-3 y SM-6 de medio y corto alcance que conforman el sistema de defensa por capas de la Marina estadounidense?
¿Podrían los cruceros rusos mejorar los misiles de largo alcance para rivalizar con los Tomahawks estadounidenses?
¿Es el CIWS (Close-in Weapon System) ruso comparable al Phalanx para combatir a las pequeñas embarcaciones, los drones, los explosivos y otros tipos de amenazas cercanas? Como parte de un sistema integrado de defensas, muchos buques de la Navy también están armados con misiles interceptores lanzados desde cubierta para ataques de medio y corto alcance, como los SeaRAM y los Rolling Airfram Missiles.
Por último, los destructores estadounidenses y rusos modernizados operarían con drones y helicópteros capaces de realizar reconocimientos, cazar submarinos e incluso dirigir ataques en el océano.
Aunque un destructor de la Armada sería más pequeño que un gran crucero ruso modernizado, su armamento de alta tecnología podría darle una clara ventaja en cualquier tipo de enfrentamiento marítimo en aguas abiertas,lo que dependerá probablemente del rendimiento y la capacidad tecnológica relativa de las armas mejoradas.
Los EE.UU. han estado actualizando drásticamente los Tomahawks, los misiles SM-6, los CIWS y los SeaRAM, dotándolos de alcance, capacidad para alcanzar objetivos móviles y sistemas de guiado de nueva generación, por lo que sería fundamental conocer el estado de sofisticación relativa de estas armas rusas y, quizás en mayor medida, cómo están conectadas en red con otros buques, drones o incluso submarinos que salen a la superficie para conectarse por wifi.
Si Rusia realmente está armando su crucero actualizado de la década de 1980, el Almirante Nakimow, con hasta 60 misiles hipersónicos, muchos países de la OTAN y Estados Unidos podrían enfrentarse a una amenaza potencialmente sin parangón.
Misiles hipersónicos
Un artículo de Forbes del año pasado dice que el buque estará armado con los misiles hipersónicos 3M22 Zircon, armas más pequeñas y mucho más rápidas que los misiles P-700 Granite antiguos del buque. Esto significa, según el informe, que se podrían llevar tres misiles hipersónicos Zircon por cada Granite, armando el buque con un total de 60 misiles.
Este tipo de volumen de ataque hipersónico podría abrumar y potencialmente destruir buques de superficie, defensas costeras enemigas e incluso objetivos fortificados en el interior con una salva de ataques hipersónicos a la vez.
Los hipersónicos lanzados desde barcos ofrecen una proximidad táctica de la que no disponen las fuerzas terrestres convencionales estándar, dada la velocidad con la que se desplazan. A primera vista, por ejemplo, este tipo de arma lanzada desde el mar parecería muy bien posicionada para superar o atacar a los países de la OTAN a lo largo o cerca del Mar Negro, como Albania.
Incluso las defensas aéreas mejoradas tendrían considerables problemas para defenderse de ese tipo de ataque, ya que la mayoría de las disponibles se verían totalmente superadas por un gran número de misiles hipersónicos que viajaran a más de cinco veces la velocidad del sonido. Este tipo de amenaza es probablemente algo que se considera extremadamente peligroso, ya que una andanada de ataques con misiles hipersónicos desde el océano podría, por ejemplo, anular las defensas aéreas, para abrir rápidamente un corredor aéreo para un ataque aéreo posterior.
Ampliando la reflexión sobre este tipo de escenario, no sólo estarían en riesgo las zonas a lo largo del mar negro, ya que los cruceros de este tipo estarían posicionados para desplazarse a larga distancia a lugares bastante alejados de las costas rusas. ¿Podría este tipo de ataque suponer un riesgo para Estados Unidos continental? Sería posible.
Entonces, ¿cómo se podría defender esto? Aunque es probable que haya muchos tipos de defensas contra los misiles hipersónicos que se están desarrollando rápidamente, no parece haber nada disponible ahora que pueda funcionar con capacidad para detener este tipo de ataque.
¿Serían lo suficientemente rápidos los misiles interceptores de los barcos? Eso puede no estar claro. Esta es probablemente una de las razones por las que el Pentágono está acelerando un gran número de programas de armas hipersónicas y avanzando rápidamente con las pruebas.
Esto no sólo podría introducir la noción de un «interceptor» hipersónico de alta velocidad para detener los ataques hipersónicos, sino que ciertamente funcionaría como disuasión al asegurar un contraataque hipersónico masivo similar contra el agresor.
Además, se sabe que los misiles hipersónicos operan a muy largo alcance, pero no está claro hasta dónde pueden llegar cuando se disparan desde un barco. No obstante, una posible estrategia defensiva podría ser simplemente someter al propio crucero de batalla al riesgo de un contraataque masivo, siguiendo su trayectoria desde el aire con satélites, drones e incluso aviones de ataque.
Fte. Warrior Maven