Las maniobras militares rusas a lo largo de la frontera ucraniana han hecho que muchos recuerden la invasión de Crimea en 2014, a la que los líderes militares estadounidenses se refieren regularmente como una «llamada de atención», con respecto al tipo de amenaza que Rusia sigue representando para Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Varias áreas clave de preocupación citadas por observadores occidentales y altos líderes militares estadounidenses incluyen el uso ruso de drones y la guerra electrónica.
Si bien estas amenazas siguen estando muy en el radar, algunas de las observaciones de la invasión de 2014 se han visto algo eclipsadas por la llegada de nuevas armas rusas.
Armas, Tecnología y Tropas
Incluyen el caza furtivo Su-57, misiles hipersónicos y armas nucleares de bajo potencia. Si bien el tamaño de las fuerzas soviéticas durante la Guerra Fría era enorme, la combinación de tamaño con armamento avanzado y nueva tecnología hace que lo que podría llamarse una amenaza aún más ominosa.
Durante la década de 1980, Rusia disponía de miles de vehículos blindados y tenía acceso a hasta cuatro millones de efectivos, un escenario que presentó durante amenaza de invasión masiva dirigida por Rusia en Europa Occidental durante décadas.
La amenaza de una invasión soviética en el continente europeo inspiró despliegues estadounidenses a gran escala en Alemania, repuntes en la producción de armas nucleares y una serie de innovaciones estadounidenses ahora famosas, incluyendo el tanque Abrams, el helicóptero de ataque Apache, el bombardero B-2 y los aviones de combate F-15.
Hoy, las fuerzas terrestres de Rusia pueden ser numéricamente algo más pequeñas de lo que eran durante la era de la Guerra Fría, sin embargo, la sofisticación tecnológica de sus plataformas de armas, como el caza Su-57, el tanque T-14 Armata y las defensas aéreas S-400, por no mencionar los misiles hipersónicos y las armas nucleares tácticas, presentan una amenaza completamente nueva y seria para los Estados Unidos y la OTAN.
El Ejército ruso tiene aproximadamente un millón de efectivos en servicio activo y hasta dos millones de fuerzas de reserva, según globalfirepower.com. Durante la Guerra Fría, tuvo entre tres y cuatro millones de miembros, pero las fuerzas actuales de Moscú son una seria preocupación actual.
Rusia cuenta con más de 4.000 aviones y 1.500 helicópteros. En tierra, Globalfirepower.com dice que dispone de 13.000 tanques, 27.000 vehículos blindados de combate y casi 6.000 cañones autopropulsados para artillería.
Si bien es posible que las fuerzas rusas no tengan una fuerza convencional del tamaño de la Guerra Fría, han hecho esfuerzos para modernizar y mantener parte de su armamento y plataformas mecanizados. El tanque ruso T-72, por ejemplo, ha sido actualizado en numerosas ocasiones desde su construcción inicial en la década de 1970.
Por último, en cuanto al poder marítimo, Globalfirepower.com evalúa que la Armada rusa tiene 600 buques, incluidos un portaaviones, 15 destructores y 63 submarinos. El Mar Negro es una zona estratégicamente importante para Rusia en términos de consideraciones económicas y geopolíticas, ya que ayuda a garantizar que Moscú tenga acceso al Mediterráneo.
Fte. Warrior Maven