La Agencia Europea de Defensa y el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea han publicado recomendaciones sobre el cambio climático para la defensa.
Un nuevo estudio de la Agencia Europea de Defensa y el European Commission’s Joint Research Centre (Centro Común de Investigación de la Comisión Europea), publicado el pasado mes de junio, aporta pruebas científicas que respaldan el desarrollo de estrategias nacionales para preparar a las fuerzas armadas ante los efectos del cambio climático.
El informe concluye que está demostrado que, el sector de la defensa es vulnerable a los efectos de las catástrofes naturales relacionadas con el clima, como demuestran los sucesos ocurridos en el pasado.
Según esta investigación, financiada por el programa de investigación e innovación Horizonte 2020, se espera que la amenaza inminente del cambio climático aumente la probabilidad de resultados desfavorables, y existe una necesidad acuciante de reforzar la resiliencia climática y el respeto por el medio ambiente de la industria de defensa, aumentar la concienciación, cultivar la experiencia, las aptitudes y las habilidades sobre el terreno, todo ello al tiempo que se aumenta la eficacia operativa de las fuerzas militares.
La necesidad de que el sector de la defensa mejore su capacidad de recuperación es cada vez más urgente.
Los riesgos climáticos, como las inundaciones graves, las tormentas y las temperaturas extremas, suponen una amenaza significativa para los activos, las capacidades y las operaciones de defensa, y que las entidades civiles que gestionan infraestructuras energéticas críticas (ICE) son vulnerables a los riesgos climáticos que pueden afectar al suministro energético del que dependen las fuerzas armadas.
El informe concluye que el impacto de los riesgos climáticos en una ICE podría provocar la interrupción de sus servicios y tener un efecto cascada en las instalaciones militares, comprometiendo en última instancia su eficacia y preparación operativas.
Las consecuencias de estos impactos pueden ser graves, pudiendo causar daños a los activos y al personal militar, así como aumentar los costes asociados al mantenimiento y reparación de las infraestructuras.
La Unión Europea está tomando medidas para blindar contra el cambio climático su estrategia de defensa.
El estudio pone de manifiesto una importante laguna en el planteamiento sistemático de la lucha contra el cambio climático en el sector de la defensa de la UE, y ofrece recomendaciones para mitigar los efectos del cambio climático y adaptarse a él, incluida la inversión en medidas de energía sostenible.
Las directrices están orientadas a permitir la integración de prácticas respetuosas con el medio ambiente en todas las facetas de la defensa, con especial énfasis en los aspectos operativos, la planificación y el desarrollo de capacidades, la gobernanza, la participación de múltiples partes interesadas y la investigación, el desarrollo y la innovación.
Fte. Naval Technology