La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) ha declarado al Servicio Aéreo (SAER) de la Guardia Civil como “entidad designada” en el ámbito de las aeronaves no tripuladas (UAS).
La declaración supone un nuevo hito en el seno de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, contribuyendo además al refuerzo de la seguridad aérea en una actividad tan en expansión como lo es el vuelo de aeronaves no tripuladas.
El proyecto ha sido desarrollado y supervisado por el Servicio Aéreo de la Guardia Civil que, si bien ya era un referente en la operación de aviones y helicópteros, ha dado un nuevo salto de calidad hacia el mundo de los drones.
La condición del SAER como entidad designada, al amparo del Real Decreto 517/2024, permitirá a la Guardia Civil formar a sus pilotos bajo los exigentes requisitos del nuevo marco normativo, habiéndose adaptado en tiempo récord a la nueva situación. Consiguiendo así la continuidad de sus múltiples servicios, sin merma operativa.
La Guardia Civil asume formalmente las competencias de formación en materia de UAS
Con la designación la Guardia Civil asume formalmente las competencias de formación en materia de UAS, convirtiéndose en un referente a nivel nacional y siendo la primera de todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y organismos públicos en conseguir este hito, consolidándose aún más como pilar básico en la defensa de la seguridad pública.
La consolidación del Servicio Aéreo de la Guardia Civil como entidad designada en el ámbito de los UAS no solo asegura una mayor protección del espacio aéreo español, sino que también la convierte en una referencia en la gestión de estos sistemas aéreos.
Su excelencia operativa y la apertura de relaciones con fuerzas de seguridad extranjeras y agencias internacionales de aviación, suponen un ejemplo de colaboración; sin duda, es una gran oportunidad de contribuir al establecimiento de un estándar global en la formación y operación de este tipo de dispositivos.
Además, supone una enorme aportación para la seguridad del espacio aéreo nacional e internacional. Realmente, un nuevo ejemplo del buen hacer y profesionalidad de la Guardia Civil en cualquier tipo de ámbito y de su facilidad de adaptación a los retos legales y tecnológicos del siglo XXI.