Los futuros enjambres de RPAS para misiones de defensa y seguridad serán formaciones de aeronaves de ala fija y rotatoria de diferentes modelos, tamaños y capacidades
Juan Pons
La empresa pública de consultoría e ingeniería ISDEFE ha estado presente en la Jornada Tecnológica SecuDrone con una aportación de Mariano Gómez Plaza sobre las posibles aplicaciones de los enjambres de aeronaves no tripuladas o RPAS (Remotely Piloted Aircraft System) en misiones de defensa y seguridad, una tendencia que cada día adquiere mayor relieve.
Conjuntos de aeronaves no tripuladas que vuelan de forma conjunta y se comportan de manera colectiva para alcanzar los objetivos de la misión que tienen encomendada, Mariano Gómez es de la opinión que lo razonable es que en las citadas formaciones aéreas impere “una coordinación y un reparto de responsabilidades que haga más eficiente cumplir con la operación encomendada”.
Consultor de ISDEFE y coordinador de la línea de investigación sobre control óptimo y planificación del Space Research Group de la Universidad de Alcalá, Mariano Gómez considera que, en muchos casos, los citados enjambres estarán constituidos “por una diversidad de RPAS de ala fija o de ala rotatoria de distinto modelo, tamaño y capacidades”.
Cada aparato contará a bordo con un autopiloto, “pero no convencional sino avanzado, con capacidades de inteligencia y sensores a bordo, que permitirán la modificación en tiempo real de los planes de vuelo y el intercambio de roles entre los drones”, aseguró Gómez.
El desarrollo de los enjambres de drones representa “una gran oportunidad” para la industria tecnológica. Su uso permitirá ofrecer nuevas soluciones y servicios “que no existen hasta la fecha” que, según Gómez, “generarán modelos de negocio de tecnologías de uso dual”, es decir de aplicación para el ámbito civil y de la defensa y seguridad.
Recordó que el Real Decreto 1036 del año 2017 que define la utilización civil de los RPAS no regula el vuelo autónomo, ni mucho menos el de enjambres. Pero adelantó que, a finales de 2018 o principios de 2019, la Agencia Europea de Seguridad Aeronáutica (EASA) tiene programado publicar una nueva normativa que ya va a contemplar el vuelo autónomo y, en consecuencia, el de enjambres.
Las formaciones de drones estarán en condiciones de cumplir una amplia gama de misiones relacionadas con la seguridad. Entre ellas, Mariano Gómez citó las de vigilancia de zonas costeras y fronterizas, grandes eventos, concentraciones de masas y para el seguimiento y actuaciones en la lucha contra el terrorismo.
También serán útiles “para la protección de infraestructuras críticas” y, en situaciones de emergencias, en labores de “búsqueda y rescate y la evaluación de daños”, como repetidores de señal y “para efectuar el transporte coordinado y simultáneo de cargas entre distintos orígenes y destinos”, destacó el consultor de ISDEFE.
Con la asistencia de 250 profesionales de las Fuerzas Armadas, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de Estado y otras administraciones públicas, así como de la industria, la Jornada Tecnológica SecuDrone tuvo lugar el 4 de octubre en la sede del Instituto Tecnológico “La Marañosa”, bajo la organización de la Asociación para la Promoción de las Tecnologías e Industrias Estratégicas (APTIE).