El histórico acuerdo de 2015 ofrecía el levantamiento de parte del conjunto de sanciones económicas a las que estaba sometido Irán, a cambio de estrictos frenos a su programa nuclear, pero el acuerdo comenzó a desmoronarse en 2018 cuando el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se retiró y comenzó el restablecimiento de las sanciones.
Al año siguiente, Irán tomó represalias y comenzó a superar los límites de su actividad nuclear establecidos en el acuerdo.
Desde que las últimas conversaciones de Viena se interrumpieron en junio, el presidente ultraconservador Ebrahim Raisi tomó el relevo, y su nuevo Gobierno ignoró durante varios meses los llamamientos para reanudar las conversaciones.
Según los medios de comunicación locales, la delegación iraní que se encuentra ahora en Viena, encabezada por el viceministro de Asuntos Exteriores Ali Bagheri, se ha ampliado considerablemente para la nueva ronda de negociaciones.
«Si Estados Unidos acude a Viena con la determinación de romper el estancamiento y superar los problemas sobre los que no nos pusimos de acuerdo en las rondas anteriores, el camino del diálogo será sin duda más fácil», dijo Khatibzadeh.
Khatibzadeh señaló la desconfianza de Irán hacia su viejo enemigo, Estados Unidos.
«Buscamos la verificación práctica del cumplimiento de los compromisos estadounidenses en el marco del acuerdo nuclear», dijo, y añadió que ése era uno de sus «principales focos para continuar las conversaciones».
Las conversaciones se reanudarán entre Irán y las otras partes, Gran Bretaña, China, Francia, Alemania y Rusia, mientras que Estados Unidos participará indirectamente.
«Con voluntad seria, determinación real y buena fe, esperamos poder dar pasos para llegar a un acuerdo lo antes posible para levantar las sanciones, siempre que las otras partes vengan a Viena con un cambio de enfoque», dijo Khatibzadeh.
«Si eso ocurre, los resultados podrán anunciarse rápidamente».
En los últimos meses, Irán ha restringido las actividades de los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), organismo de control de la ONU. Su director, Rafael Grossi, visitó Teherán la semana pasada, pero dijo a su regreso que no se había hecho «ningún progreso» en las cuestiones que planteó.
Khatibzadeh, preguntado por la visita, dijo: «Se mantuvieron buenas conversaciones a diferentes niveles. Estas conversaciones quedaron inconclusas porque no llegamos a un acuerdo sobre algunas palabras y conceptos que son importantes para ambas partes, pero los términos del acuerdo estaban casi finalizados». Añadió que la delegación iraní mantendrá reuniones con el OIEA, con sede en Viena, en los próximos días «en relación con la finalización del texto» y que «las relaciones entre las dos partes continuarán a diferentes niveles.»
El portavoz iraní también criticó a Gran Bretaña, después de que su ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, se comprometiera en un artículo de prensa coescrito con el israelí Yair Lapid a trabajar «día y noche» para impedir que Irán consiga una bomba nuclear.
«Verán que al menos algunos países europeos no acuden a Viena con la voluntad necesaria para levantar las sanciones», dijo Khatibzadeh.
«Esto demuestra que no sólo algunos de estos países no son serios, sino que quieren prolongar las conversaciones y retrasar el levantamiento de las sanciones».
Fte. Arab News (De AFP)