Inspectora Perdiguer (UIP): «El comportamiento de la afición española en Alemania durante la Eurocopa ha sido ejemplar»

Para la inspectora Marta Perdiguer, el «éxito» de la misión de las UIP en Alemania ha sido, precisamente, que salvo labores asistenciales y de identificación de personas… no han tenido que intervenir por actos vandálicos. El Radar habló con ella cuando comenzó la Eurocopa y ahora nos ha vuelto a atender para hacer balance de su paso por tierras germanas.

La inspectora Marta Perdiguer con el seleccionador nacional, Luis de la Fuente. (Fotos: M.Perdiguer).

Aunque su misión durante la Eurocopa en Alemania no consistía en proporcionar seguridad a la Selección Española de Fútbol, una de las imágenes que la inspectora de la Policía Nacional Marta Perdiguer, natural de Zaragoza pero destinada en Valencia, nunca olvidará es la que le hicieron, al final de su despliegue en tierras germanas, con un exultante Luis de la Fuente tras haber hecho historia para el fútbol español.

Por tanto, el balance del ‘paso’ de las Unidades de Intervención Policial (UIP) por Alemania no se resume en esa foto, aunque sea significativa para ella. Que lo es.

Los más de 30 días que la inspectora Perdiguer, a sus 31 años, ha estado al mando de los 25 policías nacionales que desplegaron en diferentes puntos de la geografía germana para garantizar la seguridad de los aficionados españoles tiene otras aristas que Marta ha explicado a El Radar, como ya hizo al inicio de esta misión histórica de las UIP durante la Euro 2024.

«Queríamos quedarnos hasta el final; ha sido una experiencia increíble»

Tanto ella como el resto de componentes de las UIP querían quedarse hasta el final. Eso significaría (como ha sucedido) que España conseguía la victoria. Y, al contrario de lo que muchos podrían pensar, «no, no estábamos deseando volver a casa», afirma con rotundidad. Y no estaban deseando porque, al margen de intereses futbolísticos, «ha sido una experiencia increíble, tanto a nivel profesional como personal», dice convencida.

Marta Perfiguer estaba al frente del contingente de policías de distintas UIP que desplegaron en Alemania durante la Eurocopa.

Y sus palabras, al otro lado del teléfono (porque todavía no han regresado a España cuando mantenemos esta conversación con ella) suenan reales. De hecho, nos atiende poco antes de las 8:00h. del día siguiente a la gran final entre España e Inglaterra.

Marta, buenos días. ¿Qué tal acabó la noche tras la final?

Bien, fenomenal, muy bien. A nivel seguridad, todo muy tranquilo. Aunque la peculiaridad de este partido es que casi nos costaba encontrar españoles. Desde el día anterior la ciudad estuvo repleta de aficionados ingleses. Había una desproporción abismal.

Pero, eso sí, el día de la final, en los goles de España… parecía que había muchos más españoles que ingleses. Las 10.000 voces de los españoles gritaban igual que las 50.000de los ingleses. De hecho, como nosotros no estábamos viendo el partido, ¡no teníamos claro quién había marcado! (Se ríe mientras lo cuenta, y lo cuenta con orgullo).

A lo largo de la Eurocopa habéis garantizado la seguridad de los aficionados españoles. ¿Cuál era el perfil de esos aficionados?

Quizás por el precio de las entradas, los hoteles y los desplazamientos, que eran muy costosos, la mayor parte de los aficionados españoles eran personas adultas, de clase media alta… y que no venían a los partidos a liarla. Mucha gente incluso se volvía directamente al aeropuerto al acabar los partidos. También muchas familias y grupos de 4 0 5 amigos, de mediana edad, que venían desde España expresamente para la Eurocopa.

La inspectora no se cansa de destacar que el comportamiento de los españoles fue ejemplar.

Quizás no fueron más aficionados por falta de previsión, porque nadie esperaba que la Selección Española llegase a la final… Y cuando llegó, los precios ya eran muy altos.

Sí. Yo creo que a la sociedad española le ha pillado por sorpresa este gran éxito.

¿Cómo ha sido tu experiencia?

Ha sido la mejor experiencia de mis tres años y tres meses de carrera en la Policía Nacional. Siempre tuve claro que quería estar en la UIP y a los seis meses ya entré. Quería estar en esta unidad por las competencias y la actividad que tiene, que no es rutinaria. Porque un día haces una entrada y registro, y otro, como es el caso, proporcionando seguridad en un evento deportivo. Y luego tenemos muchas salidas. ¡Vamos, que somos una unidad que estamos acostumbrados a viajar!

Y ha sido una gran experiencia… a pesar de la incertidumbre que teníamos cada vez que jugaba España, porque no terminábamos nunca de deshacer las maletas por si teníamos que regresar después del partido (en caso de que la Selección cayese eliminada).

¿Cuál era tu función como jefa del contingente?

Aparte de las tareas propias de este tipo de unidades, mi función aquí ha sido, en algunos aspectos, distinta a la que realizo habitualmente en España: desde las relaciones con la prensa, pasando por gestionar servicios en el extranjero, relaciones con la Embajada y el consejero de Interior… Y ha sido un reto para todos.

Hablar inglés era el requisito mínimo para ir a Alemania. Tener conocimientos de alemán también influyó en la selección del contingente de policías españoles que desplegó durante la Eurocopa.

¿Cómo seleccionó la Dirección General de la Policía a los efectivos de las distintas UIP que habéis estado en Alemania?

En mi caso, yo hablo alemán. Por eso me seleccionaron para venir. Pero, además, aquí había policías de otros países. El resto de compañeros hablaban inglés, y algunos incluso francés o italiano. El inglés era un requisito imprescindible. Y, además, tener conocimientos de alemán.

¿En qué ha consistido vuestra labor durante la Eurocopa? ¿Me puedes dar cifras de las intervenciones que habéis realizado?

Nuestra misión ha consistido principalmente en la gestión de masas (que es lo propio de nuestra especialidad). Pero, en los días previos a los partidos, hemos realizado una labor policial de prevención. Por ejemplo, y aunque no te puedo dar cifras concretas, hemos realizado muchas identificaciones.

Eran identificaciones aleatorias, igual que se hace en España, de ciudadanos de países que, a priori, podían no tener permisos de residencia o prohibido el acceso al espacio Schengen. De hecho, había ciudadanos de Afganistán, Siria, Kosovo…

Cuando estábamos en algunas de las ciudades por las que hemos pasado (Düsseldorf, Colonia, Dortmund…), había una orden de servicio para realizar identificaciones y cacheos en las estaciones de tren, por ejemplo, para prevenir que hubiera sujetos que pudiesen portar armas blancas u objetos peligrosos. Y lo hacíamos en esas zonas porque había un alto índice delincuencial.

Y cotejábamos los datos de filiación con la base de datos que tenemos en España, con compañeros que estaban las 24 horas por si los necesitábamos para este tipo de funciones. Esa información la complementábamos con la de la Policía Federal. Hubo un caso de una persona que tenía prohibida la entrada en el espacio Schengen.

La labor de la UIP en tierras germanas se centró en el apoyo a los aficionados españoles. No hubo que hacer intervenciones por disturbios, según explica la inspectora Perdiguer.

Otro caso curioso: en Alemania, cualquier exaltación del nazismo va por la vía penal. Y nos ocurrió que un ciudadano español, en la estación de tren, hizo el gesto hitleriano de levantar el brazo. Quizás fue una gracia que quiso hacer, pero aquí está prohibido; y la Policía Federal lo vio.

Entonces, se le leyeron los derechos (en español) y tuvimos que tranquilizar y explicar a los policías federales que ese gesto no estaba penado en España. Estoy segura de que el chaval no se podía imaginar las consecuencias que eso podía tener allí en Alemania. Aún así, tendrá sanción pecuniaria… tras abonar una fianza.

¿Habéis tenido que realizar alguna intervención por actos vandálicos?

No. Afortunadamente la afición española ha sido ejemplar. No hemos tenido que utilizar nuestras armas. La Policía Federal, que utiliza un tipo de espray pequeño de autodefensa, nos lo proporcionó también a nosotros, pero no lo hemos utilizado.

Los agentes españoles han trabajado conjuntamente con efectivos de la Policía Federal alemana.

Sólo hemos tenido que gestionar el control de masas en las estaciones de trenes cuando llegaban muchos aficionados antes del partido y cuando se marchaban. Ésas eran las horas críticas, porque se podían producir avalanchas, por ejemplo.

Pero, por suerte, no ha ocurrido así. Aunque en la estación de Stuttgart, que había un intercambiador, y las fan zone estaban próximas, se concentraron muchísimos aficionados cuando finalizó el partido en el que España ganó a Alemania y no se podía ni respirar.

Tuvimos que poner vallados para canalizar a toda esa gente. Íbamos abriendo y cerrando pasos para que la gente que bajara al andén no superara el espacio que había. Además aquí nos habían hablado de los efectos de succión del tren. Es decir, que por muy despacio que llegue, como te pille cerca te puede llevar por delante. Había mucho riesgo.

Las estaciones de tren eran los puntos más conflictivos. En algunas, el índice delincuencial era muy alto.

Era todo muy caótico y yo lo comenté con la Policía Federal. De hecho, antes del partido de la final entre España e Inglaterra, en la estación de Berlín acabé cogiendo un megáfono para ir indicando a los españoles por dónde tenían que salir y, a la vez, redireccionar a los españoles hacia un lado y a los ingleses, hacia el otro. Porque la señalización en las estaciones, que era labor de la UEFA, no era la más adecuada.

De hecho, cuando algunos llegaban a la salida que no era, la Policía Federal les cortaba el paso y tenían que dar la vuelta. ¡Estaban los andenes llenos! Y cuando se daban la vuelta e iban a contracorriente, imagínate dos masas grandes desplazándose en sentido inverso.

¡Por eso cogí el megáfono! ¡Y así estuve yo todo el rato antes del partido! (Se ríe, a posteriori, porque se alegra de que al final no ocurriese nada). Y se lo dije a ‘los míos’: «Esta labor asistencial que hemos tenido ha sido fundamental». Porque ese tipo de funciones no las hacemos en España.

El día de la final, la inspectora tuvo que coger un megáfono para realizar una labor asistencial e indicar a los aficionados españoles por dónde debían salir al exterior en la estación de ferrocarril.

Pero, por lo demás, no hemos tenido ninguna intervención y no ha habido ninguna agresión a la Policía. No hemos recibido ningún lanzamiento; no ha habido conductas vandálicas. Nada.

¿Qué mensaje os ha trasladado, al final de la misión, la Policía Federal alemana?

Han quedado muy contentos. También es verdad que nosotros (como la Selección Española nos ha permitido quedarnos hasta el final) nos hemos ganado su confianza partido a partido. Y yo me voy muy orgullosa de ver que la Policía Nacional trabaja muy bien, tanto dentro como fuera de España.

Ya en la anterior entrevista, cuando comenzó la Eurocopa, me comentaste que la afición española había estado muy bien con vosotros…

Sí, les daba mucha alegría cuando nos veían. Como te he comentado antes, la afición española ha sido ejemplar. Recuerdo después de la final un aficionado español que se me acercó cuando logró salir de la estación de tren y me dijo: «¡Gracias, me habéis salvado la vida!«. Y, para serte sincera, y con gestos como ése, nos hemos dado un baño de masas. Nos vamos con la moral muy alta por el trato que hemos recibido de la afición española.

Según Marta Perdiguer, la Policía Federal ha quedado muy satisfecha con el trabajo realizado por los policías españoles.
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Dircom de APTIE - EL RADAR y profesora asociada de la UC3M. Licenciada en Periodismo y DEA en Derecho Constitucional. Más de 20 años dedicada al sector de Seguridad y Defensa, 15 de ellos en el Departamento de Comunicación del Ejército de Tierra.