Guerra de baja intensidad: Tendencias Tecnológicas

Guerra de baja intensidadEl término «guerra de baja intensidad» (LIW) ha existido durante décadas y ha tenido una variedad de nombres, como, por ejemplo, la «guerra híbrida». LIW cubre una amplia gama de actividades entre los estados, desde la rivalidad pacífica hasta los conflictos por debajo de la guerra a gran escala. Las LIW también pueden incluir actividades de actores no estatales que, pueden tener un impacto perturbador en la vida cotidiana de los ciudadanos, o en la capacidad de un estado para mantener la seguridad.

A continuación, se enumeran las principales tendencias tecnológicas que afectan a la guerra de baja intensidad, identificadas por GlobalData.

Plataformas multi-misión

En la era de la Guerra Fría, las Fuerzas Armadas solían tener plataformas para misiones específicas. Ya no es así, debido a la reducción de la mano de obra y los fondos de O&M (operaciones y mantenimiento). La tendencia es hacia plataformas que pueden llevar a cabo una gama de tareas más amplia. Por ejemplo, el mercado ofrece versiones LIW de los carros de combate y vehículos blindados existentes, que han sido mejorados con protección blindada adicional, sistema RWS (remote controlled weapon systems), sistemas de protección activa, cámaras que proporcionan conciencia de la situación, sistemas híbridos de gestión de la energía eléctrica y otros similares.

Modularidad

La modularidad es una característica clave en la fase de diseño de una plataforma o potencialmente de un sistema. A medida que las amenazas evolucionan a lo largo del tiempo, la modularidad puede proporcionar el «terreno» necesario para la integración de capacidades adicionales. Por ejemplo, la arquitectura de un vehículo modular permitirá al usuario modificarlo según las necesidades de la misión. Si funcionará en un entorno de baja amenaza, podría contar con un blindaje y unas armas más ligeras, lo que lo haría menos intimidante para la población. En el caso de graves amenazas, puede equiparse con los elementos adicionales, reduciendo así la necesidad y el costo de las plataformas específicas de la misión.

Teniendo en cuenta el cambio en el gasto público que siguió al final de la Guerra Fría hacia el bienestar social, se ofrecen cada vez más sistemas COTS, componentes o incluso plataformas para que la adquisición de los sistemas sea más asequible y corta.

Efectos conjuntos

Además de lo anterior, otra acción complementaria emprendida por las fuerzas armadas modernas para maximizar los efectos de sus capacidades es, la de constituir sus sistemas y plataformas interoperables con el fin de compartir la información y las capacidades de ataque proporcionadas por medios C4ISR (Command, Control, Communications, Computer, Intelligence, Surveillance and Reconnaissance).

Además, la LIW requiere la recopilación de un gran conjunto de datos procedentes de la vigilancia continua de zonas, incluidas las civiles. Es decir, la vigilancia de las zonas urbanas, que se consideran unas de las más complejas en cuanto a la relación entre «ruido» y la inteligencia procesable. Por lo tanto, la capacidad C4ISR, será una parte crucial en este proceso.

Inteligencia artificial (IA)

La IA es un habilitador y una tecnología clave en el uso efectivo de los sistemas no tripulados, especialmente en escenarios complejos que, implican tácticas de enjambre. La necesidad de analizar las fuentes OSINT (Open-Source Intelligence), supone analizar una cantidad aún mayor de datos. La inteligencia artificial y el aprendizaje automático serán catalizadores para proporcionar la alerta temprana a la comunidad de inteligencia.

Sistemas no tripulados

Las amenazas presentes en la LIW requieren pa vigilancia continua de grandes zonas geográficas, fronterizas o continentales. Los sistemas no tripulados proporcionarán la persistencia necesaria en las misiones ISR (Inteligencia, Vigilancia, Reconocimiento), a un fragmento del costo de sus similares tripuladas. Los sistemas no tripulados también pueden ampliar las capacidades de las plataformas, aumentando aún más la versatilidad característica a un precio asequible.

Reducción de los daños colaterales

LIW es una forma de guerra que a menudo tiene lugar en un entorno civil. El resultado depende a menudo de ganar los «corazones y mentes» de los civiles. Por lo tanto, si se emplean armas, deben ser diseñadas con la idea de infligir el mínimo daño colateral posible. Las armas como los misiles guiados de precisión (por ejemplo): Brimstone de BAE Systems; Raytheon AGM-176 Griffin; Lockheed Martin – Boeing – Northrop Grumman AGM-114R9X, o los cohetes guiados, como: Raytheon Talon;  BAE Systems APKWS – Advanced Precision Kill Weapon System,  pueden ofrecer la capacidad necesaria para destruir una posición enemiga sin provocar víctimas civiles ni daños a sus bienes.

Este es un extracto editado del informe Guerra de Baja Intensidad – Investigación Temática producido por la Investigación Temática de GlobalData.

Fte. Army Technology

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