Durante la primera quincena de julio, la multinacional tecnológica GMV está llevando a cabo unas pruebas de campo en el marco de RAPID (Robust and -Semi- Autonomous Platform for increased Distances), proyecto de robótica espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA). Las pruebas preliminares se están desarrollando en un escenario de campo abierto en la localidad de Colmenar Viejo (Madrid).
Con más de 3.000 profesionales en todo el mundo y sede central en Tres Cantos (Madrid), GMV desarrolla, entre muchos otros, sistemas y tecnología para aplicaciones espaciales. Uno de esos sistemas son sistemas robóticos para exploración planetaria (Luna o Marte), así como todos los elementos involucrados (movilidad, sistemas de orientación/navegación, sistemas de planificación de rutas a través de parajes más o menos agrestes o sistemas capaces de desarrollar sus funciones de forma completamente autónoma).
La robótica espacial ha sido identificada por los principales actores espaciales europeos y mundiales, como una tecnología clave para el futuro del sector. Tanto la Agencia Europea del Espacio (ESA), como la Comisión Europea (CE), están financiando múltiples desarrollos relacionados con tecnologías de robótica espacial, gracias también a su posible reúso en entornos terrestres complejos, como salvamento, minas, centrales nucleares, etc.
En este contexto, y dentro del proyecto RAPID liderado por GMV para la ESA, GMV está actualmente diseñando y desarrollando una plataforma robótica de última generación, un róver autónomo capaz de atravesar áreas lunares de forma segura a una velocidad media de 1,1 m/s, una velocidad jamás alcanzada en la superficie de un planeta lejano por un robot autónomo, utilizando un sistema de guiado, navegación y control (GNC) basado en navegación visual, es decir en imágenes generadas/adquiridas por cámaras instaladas en el róver.
La Luna ha sido y es el próximo paso en la exploración humana. El agua, así como otros materiales volátiles y lunares, como por ejemplo regolitos, metales o elementos de tierras raras (REE), presentan recursos potenciales que pueden respaldar la exploración humana y robótica de forma sostenible en la Luna, el Sistema Solar y más allá. Los polos lunares son particularmente interesantes para la exploración, pero representan un entorno muy duro, con temperaturas muy bajas (por debajo de 30K/-243 Celsius) y condiciones de iluminación muy difíciles.
En una primera tarea del proyecto se definieron las características del terreno para la misión, incluidas las distancias transversales planificadas, el tipo de obstáculos, así como los requisitos funcionales de los componentes, sus requisitos operativos y de prueba.
Posteriormente, GMV diseñó la plataforma móvil RAPID, capaz de cumplir con los requisitos propuestos, en particular la velocidad. Para ello, se hizo necesario una mejora de todos los subsistemas involucrados: suspensión, características de las ruedas, motores, sistema de potencia, así como la ejecución de varias simulaciones de la interacción del róver con el suelo para garantizar que éste no perdiese el contacto con el mismo, patinase o volcara durante las travesías.
Aparte, GMV ha desarrollado un subsistema semiautónomo de guiado, navegación y control (GNC), con el principal objetivo de alcanzar la conducción continua, es decir, ir más allá del estado actual de la técnica (stop-and-go), evitando paradas durante las travesías. El objetivo principal de esta tarea ha sido garantizar que el GNC pueda conducir el róver a la velocidad requerida, permitiendo que el ciclo de control se realice mucho más rápido que en los róveres tradicionales. El proyecto incluye un centro de control, con el cual se pueda comandar el róver usando distintos niveles de autonomía: desde la teleoperacíon hasta el envío de comandos autónomos (por ejemplo, ir a un punto dado de forma autónoma).
Actualmente, GMV está ejecutando las pruebas de integración, preliminares y de campo con el demostrador en un escenario en campo abierto, recopilando los parámetros de rendimiento y los resultados de las pruebas. Rocas con cierto tipo de minerales, orografías particulares, restos de humedad, huellas de antiguos torrentes, etc. son los objetivos de búsqueda de estas pruebas y lo que le permitirá entrenarse para futuras misiones de exploración planetaria.
Las primeras pruebas de RAPID están teniendo lugar en la Dehesa de Navalvillar, Colmenar Viejo (Madrid), previo respeto de todas las indicaciones recibidas para hacer un correcto uso y minimizar el impacto en la Dehesa, uno de los entornos naturales más apreciados por los vecinos de la Sierra de Madrid para realizar estas pruebas preliminares (dry run).
A partir del día 17 de julio, la plataforma robótica RAPID se probará en Navarra, concretamente en Cabanillas, donde las condiciones orográficas son similares a los paisajes que encontraría el róver en regiones de la Luna o Marte.
Además del proyecto RAPID, GMV es líder de otros proyectos de robótica espacial en el marco de la ESA, como el European Moon Rover System, o de la Comisión Europea (PERASPERA): desarrollo del sistema operativo para el control de robots espaciales (proyecto ESROCOS) o del sistema de autonomía o inteligencia artificial (proyecto ERGO).