La fabricación aditiva llega al campo de batalla de la mano de los Marines

El campo de batalla, en el que operan las Fuerzas de EEUU contra el ISIS, no se parece a Irak o Afganistán, en el que grandes bases avanzadas apoyaban a los contingentes desplegados. En este entorno tan austero, el Cuerpo de Marines ha desplegado sin gran publicidad varias impresoras 3D, con la esperanza de comprobar el valor de esta tecnología emergente, en la reducción de los plazos de las cadenas de suministro y devolver al servicio armamento y material averiado crítico rápidamente.

Aunque anteriormente, las Fuerzas Especiales desplegaron algunas de estas impresoras, fue bajo el control de ingenieros, por lo que los Marines reclaman haber sido el primer Cuerpo en desplegarlas en el campo de batalla.

Miembros del Cuerpo de Marines son evasivos a la hora de informar acerca de dónde están ubicadas las impresoras y de cuántas hay. Pero se sabe que varias de las máquinas son del tamaño de un ordenador de mesa y que están en la zona de combate de la Task Force de los Marines asignada a Oriente Medio, si bien están tras las líneas de frente.

Mientras que todos los Cuerpos están interesados en las posibilidades inherentes a la impresión 3D, el Cuerpo de Marines ha demostrado ser el que antes ha puesto la tecnología en manos de unidades. En septiembre de 2016 se dio a las unidades una amplia autorización para usar la impresión 3D para crear piezas de reparación para el equipo desplegado.

Hasta la fecha, hay 40 impresoras 3-D distribuidas entre las unidades del Cuerpo, pero la demanda crece y ese número podría aumentar a 60 o 70 para este otoño.

En la zona de combate, las impresoras se utilizan para reproducir rápidamente piezas esenciales, que de otro modo tendrían que ser enviadas desde Estados Unidos o desde un centro distante de la Defense Logistics Agency.

Por ejemplo. hay equipos radio que tienen componentes de plástico, que los Marines han sido capaces de replicar, por lo que las radios han vuelto al servicio en un plazo corto.  De la misma manera, hay muchas expectativas de que se puedan proporcionar literalmente piezas a la carta en cuestión de horas en el peor de los casos, mientras que el suministro tradicional, si no existen stocks, sería cuestión de días o más.

Además de las radios, los marines ya han imprimido pequeños artículos que van desde llaves especializadas del equipo de los morteros de 81 mm a tablillas y otros pequeños útiles sanitarios. Y las posibilidades no terminan ahí, en junio, la publicación Defense Systems informó que el Cuerpo de Marines se estaba preparando para desplegar un cuatricóptero “primero de su clase” impreso en 3D impreso, conocido como «The Nibbler».

Mientras, los marines siguen experimentando con otras formas para usar la fabricación aditiva, con objeto de que las tropas desplegadas dependan menos de almacenes situados a miles de millas de distancia.

“La fabricación aditiva, la impresión 3D, es muy prometedora para adelgazar la cadena de suministro», dijo Michael Dana, Deputy Commandant for Installations and Logistics., porque la forma en que nuestra cadena de suministro está configurada actualmente es fábrica-trinchera, pero la mayoría de las veces, la fábrica está en EEUU.

Fte.: Defence Tech

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