En el cielo de Kansas City, se vieron objetos flotantes desconocidos a la deriva tan peculiares, que el Servicio Meteorológico Nacional se sintió obligado a twittear, «Honestamente no tenemos ninguna explicación para los objetos flotantes sobre Kansas City», junto con una imagen borrosa de dos órbitas colocadas por encima de las nubes. Por mucho que Internet se deleitara en proyectar travesuras extraterrestres a la vista, se trataba de un proyecto de DARPA.
El programa «Adaptable Lighter Than Air» (ALTA), busca desarrollar y demostrar vehículos más ligeros que el aire a gran altitud, que puedan navegar por el aire a grandes distancias. «Altitud alta» aquí se define como por encima de los 75.000 pies. Los globos dependerán enteramente de los variados vientos superiores, y aunque no tienen propulsión propia, pueden ajustar su altitud para atrapar los vientos en diferentes direcciones.
DARPA lanzó tres globos ALTA desde Cumberland, Maryland, el 18 de junio de 2019, y confirmó que se trataba, de hecho, de sus globos observados sobre Kansas City el 20 de junio. Preguntado si DARPA estaba monitoreando los globos, la Agencia dijo que los vuelos de globos ALTA están coordinados con la FAA desde semanas antes del lanzamiento y que el equipo de ALTA está en comunicación regular con ésta.
«Los globos son controlados desde estaciones terrestres fijas y móviles, con enlaces punto a punto y relés satelitales consistentes», dijo el Dr. Alexander M.G. Walan, gerente del programa ALTA, señalando que la nave cuenta con sensores a bordo utilizados para evaluar el comportamiento en vuelo. Además, los vehículos se distinguen de los globos meteorológicos por ser más grandes y capaces de navegar.
Como parte de ALTA, la Agencia también está desarrollando un sensor para proporcionar mediciones de viento estratosférico en tiempo real. Fuera de la curiosidad científica, la verdadera prueba de una nave completamente aerotransportada será qué tipo de cargas útiles pueden caber en él y qué información pueden transmitir de forma significativa.
La instalación de sensores baratos y de gran utilidad, en los vehículos desechables, es algo en lo que los militares ya están trabajando, aunque es fácil imaginar que las limitaciones de peso en un globo flotante serán mayores que en un planeador descendente o en un avión teledirigido.
La utilidad de una plataforma de este tipo depende en gran medida del coste y de la carga útil. Los sensores que podrían lanzarse al viento y alcanzar todo el mundo podrían resultar útiles para proporcionar información sobre lugares demasiado peligrosos para las aeronaves tripuladas o no tripuladas, y también en zonas en las que por alguna razón no se dispone de cobertura satelital.
El viento y los globos también son responsables de uno de los ataques intercontinentales más extraños de la historia. Durante la Segunda Guerra Mundial, Japón construyó globos que transportaban bombas incendiarias y las elevó hasta la corriente de chorro, donde viajaron a través del Océano Pacífico hasta E.E.U.U., provocando incendios forestales ocasionales y, al menos en un caso, se informó de que habían matado a una familia de civiles.
Nada en el programa de DARPA sugiere que vaya a tomar prestado algo de esta historia de globos agresivos. En cambio, la plataforma ALTA parece una nueva forma de explorar lo que, exactamente, el viento puede ofrecer.
Fte. C4ISRNET