La Asociación Española de Pilotos de Dron (Aepdron) ha elaborado un informe ejecutivo que compara la nueva normativa de UAS con la anterior, tras la entrada en vigor del nuevo Real Decreto.
Este martes 25 de junio ha entrado en vigor el nuevo Real Decreto (RD) que desarrolla el régimen jurídico para la utilización civil de sistemas de aeronaves no tripuladas (UAS), tras su aprobación el pasado 4 de junio en Consejo de Ministros y su posterior publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el día 5 de junio.
La Asociación Española de Pilotos de Dron (Aepdron) ha elaborado un informe ejecutivo que compara el Real Decreto que acaba de entrar en vigor con el anterior, de 2017, analizando pros y contras de ambas normativas. Se reflejan a continuación los aspectos fundamentales del informe.
Ámbito de aplicación: pros y contras
El RD de 2017 estaba enfocado principalmente en drones de uso recreativo y profesional con un peso máximo al despegue de hasta 25 kg.
- Pro: claridad en la normativa para drones ligeros.
- Contra: limitación en el uso de drones más avanzados y pesados.
El RD de 2024 amplía el ámbito de aplicación a drones de mayor tamaño y peso, incorporando categorías específicas para drones autónomos y semiautónomos.
- Pro: mayor flexibilidad y adaptación a nuevas tecnologías.
- Contra: complejidad adicional en la regulación.
Requisitos de formación para pilotos: pros y contras
El RD de 2017 exigía formación teórica y práctica específica para pilotos de drones, con categorías según el tipo de operación.
- Pro: formación accesible y bien definida para operaciones básicas.
- Contra: puede ser insuficiente para operaciones complejas.
El RD de 2017 introduce niveles de certificación más avanzados y específicos para diferentes tipos de operaciones, incluyendo formación en sistemas autónomos.
- Pro: formación más completa y adaptada a operaciones avanzadas.
- Contra: mayor tiempo y costo para obtener certificaciones.
Zonas de operaciones y permisos: pros y contras
El RD de 2017 definía zonas permitidas y restringidas para la operación de drones, incluyendo requisitos de autorización en áreas urbanas.
- Pro: normas claras para evitar conflictos en zonas sensibles.
- Contra: limitaciones estrictas que dificultan operaciones en zonas urbanas.
El RD de 2024 flexibiliza las zonas de operación mediante un sistema de gestión del espacio aéreo dinámico y basado en riesgos.
- Pro: mayor flexibilidad operativa y adaptación al contexto de cada operación.
- Contra: necesidad de una mayor coordinación y planificación.
Tecnología y sistemas de seguridad: pros y contras
El RD de 2017 requería sistemas básicos de identificación y seguridad para drones.
- Pro: menores costes iniciales para operadores.
- Contra: menor capacidad para integrar tecnologías avanzadas de seguridad.
El RD de 2024 incorpora requisitos avanzados de seguridad, incluyendo sistemas de detección y evitación, y conectividad con sistemas de gestión del tráfico aéreo.
- Pro: mayor seguridad y eficiencia en la operación de drones.
- Contra: costos adicionales para actualización tecnológica.
Impacto ambiental y privacidad: pros y contras
El RD de 2017 establecía normas para minimizar el impacto ambiental y proteger la privacidad de los ciudadanos.
- Pro: bases para la protección del medioambiente y la privacidad.
- Contra: medidas a veces generales y poco específicas.
El RD de 2024 refuerza las normas del RD de 2017, incorporando directrices más estrictas sobre el uso de datos y mitigación del ruido.
- Pro: directrices más detalladas y efectivas.
- Contra: posible aumento de los costos de cumplimiento para operadores.
Conclusiones: el nuevo RD introduce mayor complejidad y costos para los operadores
A modo de conclusión, desde Aepdron señalan que el RD de 2017 era adecuado para el marco regulatorio inicial, centrado en seguridad básica y privacidad; sin embargo, era limitado en términos de adaptabilidad a nuevas tecnologías y operaciones más complejas.
Por contra, el RD de 2024 es más flexible y adaptable a la evolución tecnológica y a las necesidades operativas modernas, aunque introduce mayor complejidad y costos para los operadores.