El futuro de la tecnología de las fuerzas de operaciones especiales tiene que ver menos con el nuevo fusil que llevarán en las misiones, y más con la forma en que un nuevo tipo de operador obtendrá datos rápidamente desde cualquier lugar del mundo.
Los operadores del futuro tendrán que ser cibercapaces o correrán el riesgo de ser irrelevantes.
Estas necesidades se traducen en un nuevo tipo de reclutamiento y reciclaje de habilidades para las tropas de primera línea de las fuerzas de operaciones especiales, su personal de apoyo e incluso los almirantes y generales en la cúpula de sus cuerpos, según se dijo en el foro de la Global SOF Foundation forum sobre la política de operaciones especiales.
La Dra. Lisa Costa, Jefa de Información del Mando de Operaciones Especiales de Estados Unidos, afirmó que los integrantes de las operaciones especiales, incluso en los niveles más altos, necesitan aprender de nuevo.
«Creo de verdad en la mejora y el reciclaje de los conocimientos, y eso no es sólo para los rangos inferiores», dijo Costa. «Creo que tenemos que mejorar y reciclar a los oficiales generales».
Esto se debe a que las nuevas tecnologías y las formas de aplicarlas cambiarán la forma de dirigir las operaciones en el futuro por lo que, los mandos de alto nivel deben entender con qué están trabajando durante la fase de planificación y en la ejecución.
También abogó por la existencia de vías de promoción en el ámbito tecnológico de la defensa, paralelas al mismo trabajo en el ámbito operativo, lo que daría a los que están más cercanos a la tecnología una forma progresar, a través de los rangos y la carrera, ya que siguen centrados en la creación e implementación de tecnologías que permiten las operaciones de combate.
Pero siempre se necesitan nuevos operadores y, aunque las patadas a la puerta, los paracaídas y los disparos serán necesarios, también lo será el trabajo cibernético.
Para encontrar a esas personas, el SOCOM (Mando de Opresiones Especiales) tiene que superar los viejos métodos de reclutamiento y retención.
El director técnico del Joint Artificial Intelligence Center, Nand Mulchandani, dejó claro que, mientras el Pentágono intenta atraer a los expertos cibernéticos con talento, éstos tienen que competir no sólo con el salario, sino con las expectativas de estilo de vida que ofrece la industria, entre las que se encuentran la posibilidad de trabajar en cualquier lugar y sortear la jerarquía tradicional de las agencias gubernamentales para resolver los problemas.
«No podemos plegarnos a los deseos de todo el mundo. Tenemos una misión, tenemos un modelo de negocio», dijo Mulchandani. «Pero en el entorno actual, para conseguir los mejores talentos hay que encontrarlos donde están».
Costa se hizo eco de los recientes comentarios del Secretario de Defensa, Lloyd Austin, diciendo que el futuro de la defensa y las SOF es «muchos espacios, menos bases».
El esfuerzo tecnológico tiene como objetivo hacer que todo sea más móvil y accesible para que las fuerzas estadounidenses y sus aliados puedan estar donde necesiten estar, independientemente de la base militar o la infraestructura.
En cambio, la infraestructura se traslada a la «nube» digital.
Pero Mulchandani dijo que, sin la infraestructura adecuada, las nuevas herramientas no serán capaces de aprovechar la avalancha de datos y nuevas aplicaciones de software que se dirigen a los usuarios del DoD. Eso significará trabajar en cosas poco elegantes como la arquitectura de Internet, el desarrollo de aplicaciones y la ampliación de la IA en los puntos adecuados, dijo.
Una de las claves del desarrollo de la infraestructura, según Costa, será la habilitación de la comunicación y el almacenamiento de datos en el espacio, o «nubes en el espacio», de las que dependerán especialmente las fuerzas SOF en las misiones en el borde táctico.
El Teniente General de los Marines Dennis Crall, director del C4 y Cibernético de la Junta de Jefes de Estado Mayor, siguió directamente los comentarios de Costa. «Todo es cuestión de datos», dijo Crall. «Y el cliente es el comandante de combate».
Como ejemplo, Costa señaló que el dispositivo de mano de próxima generación para un operador SOF probablemente se parecerá a un producto comercial, como un teléfono inteligente y no a una radio, siguió diciendo que, si bien es prioritario un nuevo enfoque para incorporar al cuerpo conjuntos de habilidades altamente valorados, los operadores especiales experimentados siguen siendo cruciales.
«No puedo sustituir los conocimientos y las habilidades de una persona que lleva 25 o 30 años en operaciones especiales», dijo Lisa Costa. «Si pudiera tener un SEAL de la Marina durante 50 años, lo tendría. No creo en este modelo de expulsar a la gente en función del tiempo».
En realidad, son esos operadores cuya experiencia es anterior al 11-S los que tienen algo viejo pero nuevo que enseñar sobre la estrategia actual de competencia de grandes potencias con Rusia y China.
«Son los que saben cómo solíamos combatir, que es a lo que estamos volviendo», dijo Costa.
Y esos operadores experimentados tienen que enseñar eso a una generación que sólo ha conocido las operaciones antiterroristas o de contrainsurgencia, dijo.
Fte. C4ISRNET